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Casa imperial de Japón: Del coronavirus a la depresión, un nuevo golpe de salud

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La casa imperial de Japón no está pasando por su mejor época en cuanto los problemas de salud se refiere. La última en ser víctima de este bache ha sido la princesa Hisako, tía del emperador Naruhito. La esposa del príncipe Takamando ha tenido que ser intervenida de urgencia por un episodio de apendicitis aguda. Hikako ingresó el pasado miércoles en el Hospital de la Universidad de Tokio al sentir fuerte dolores abdominales y tras una cirugía laparoscópica de 90 minutos de duración se encuentra evolucionando favorablemente.

Pero este solo ha sido el último varapalo en lo que a salud se refiere. Ya tampoco son inmunes al problema de salud que esta golpeando a la sociedad a nivel internacional: el coronavirus. La casa imperial japonesa publicó el pasado 19 de febrero que se había tomado la decisión de suspender los actos por el cumpleaños del emperador Naruhito, que soplaba 60 velas. La razón ha sido muy clara, y es el temor a una mayor propagación de la pandemia en uno de los países más afectados por el coronavirus. Entre las actividades publicas agendadas estaban una aparición ante los ciudadadanos y una firma de su libro que incluiría saludos.

Naruhito y Masako durante los actos de celebración del Año Nuevo/Gtres

Estos dos eventos, que implicaban un gran contacto con el público han sido quizás el detonante para la toma de esta drástica decisión. Y es que tal y como las autoridades sanitarias han informado, los saludos son una de las formas más sencillas por la que el virus se puede propagar y por ello recomiendan lavarse las manos a conciencia.  Concretamente las palabras del comunicado que ha lanzado la agencia imperial han sido las siguientes: «A la luz de varias situaciones, hemos decidido cancelar la visita del público general al palacio por el cumpleaños de su majestad».

Naruhito suspendió los actos públicos de celebración de su cumpleaños/Gtres

A esto se le une el drama de la princesa Masako, que lucha desde hace años contra una persistente depresión. En el momento en que su marido se convirtió en emperador, ella asumió el título de emperatriz y su enfermedad se acrecentó puesto que la responsabilidad se apoderó de ella, ya que provoca que su ansiedad y estrés se disparen.

El emperador Naruhito a la salida de la celebración del Año Nuevo/Gtres

Con motivo de su 55 cumpleaños, la ‘princesa triste’ apelativo que se ha ganado por su enfermedad, hizo una de sus escasas declaraciones donde hacía referencia a su problema: «Quiero dedicarme en cuerpo y alma a la felicidad de la gente, así que me esforzaré para ello mientras voy aprendiendo y ganando experiencia». Durante 2018 parecía que las mejoras de la Masako empezaban a ser notables, ya que la agenda de la princesa volvía a estar nutrida de actos y se le pudo ver al lado de su marido en la recepción por el 85 cumpleaños del emperador o en el saludo de Año Nuevo a los ciudadanos desde el balcón del Palacio. Pero a principios de 2019 todo indicaba que había habido una recesión, pues la esposa de Naruhito se ausentó del ‘Kosho hajime no gi’, una ceremonia que preside la familia imperial todos los años. Es un acto al que acuden académicos del país y tiene lugar una lectura de poemas.

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