Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi se marcan un duelo de estilo en la hípica
Este sábado madre e hija asistieron a la entrega del Gran Premio del Príncipe de Mónaco en el Concurso Internacional de Salto de Montecarlo. Ambas apostaron por el blanco y el negro para sus elegantes ‘looks’. Una cita a la que tampoco falto el hijo mayor de Carlota, Raphaël.
Carlota Casiraghi ha retomado su agenda oficial por todo lo alto. La sobrina de Alberto de Mónaco, que lleva una vida de lo más tranquila en París junto a su familia, ha reaparecido en la entrega del Gran Premio del Príncipe de Mónaco en el Concurso Internacional de Salto de Montecarlo. Lo ha hecho junto a su madre, Carolina de Mónaco y con un invitado sorpresa que ha acaparado todas las miradas: su hijo Raphaël, quien está a punto de cumplir 8 años el próximo mes de diciembre. Sin duda, la espontaneidad y la personalidad del pequeño han encandilado a los allí presentes.
El puerto de Hércules ha sido el escenario de esta cita deportiva que se ha extendido a lo largo de tres días. Para la importante ocasión, Carlota Casiraghi ha hecho gala de su buen gusto por la moda -heredado de su madre, todo un icono de estilo-, y ha apostado por un vestido de seda de corte midi, holgado en blanco y negro de una de sus firmas de cabecera, Chanel. Se trata de una prenda que corresponde a la Pre Colección de primavera-verano 2021 de la marca y, además su diseño que refleja unas ondas están inspiradas en el paseo marítimo de Copacabana, obra del artista y paisajista brasileño Roberto Burle Max.
En cuanto al calzado, Casiraghi ha apostado por unas sencillas sandalias negras que se atan al tobillo. Y, por último, su peinado. Carlota ha optado por lucirlo al natural con la raya en medio, pues en pocas ocasiones la nieta de Grace Kelly recarga su melena con tocados algo más elaborados. Por su parte, su madre, Carolina de Mónaco se ha enfundado en un conjunto fluido formado por una blusa y un pantalón estilo ‘palazzo’ en tono marfil, y un juego de pendientes, collar y brazalete de oro engastados con diamantes. La Princesa, ha rescatado estas valiosas joyas de su joyero para lucirlas en este evento tan especial, pues es necesario echar la vista atrás para recordar que Carolina solía usar estas mimas para acudir a otras importantes citas como el Festival de Cannes en los años 80. Época que, sin duda marcó sus estilismos.
El pequeño Raphäel Elmaleh, que ha sido el protagonista de la jornada, ha llevado un traje de lino y una camisa de rayas azules combinado con unas deportivas a tono de Geox. Han pasado varios años desde que no se veía al nieto de Carolina de Mónaco en un acto social. Nacido en 2013, es fruto de la relación que mantuvo su madre con el actor Gad Elmaleh, su pareja hasta 2015, ya que nunca llegaron a casarse. Por lo tanto, no forma parte de la línea de sucesión al trono monegasco.