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Es una de las grandes protagonistas de la nueva generación de la Familia Real Británica. La princesa Carlota de Gales ha celebrado este 2 de mayo su octavo cumpleaños, a apenas cuatro días de la Coronación de su abuelo. Como suele ser habitual en estos casos, el Palacio de Kensington ha distribuido unas fotografías de la única hija de los príncipes de Gales, tomadas por su madre, Catalina Middleton, muy aficionada a la fotografía.
Unas imágenes en las que se aprecia perfectamente cuánto ha crecido la nieta mayor de Carlos III y que, además, cumplen con la norma que la princesa de Gales se saltó por el cumpleaños de su hijo menor, el príncipe Luis, en cuyo caso, aparecía en una de las fotografías. En esta ocasión, Middleton no posa ni aparece con su hija, aunque una de las imágenes ha sido tomada por un fotógrafo experto.
Más allá del cambio de la hija de Guillermo y Catalina y de los detalles de las fotografías, lo más relevante es que este es el primer cumpleaños de Carlota desde que sus padres son príncipes de Gales y en los albores de una nueva era, que comienza oficialmente a partir de la Coronación de Carlos III.
A pesar de ser la hija mediana de los Príncipes, Carlota ya hizo historia en su nacimiento. Con el primer embarazo de la entonces duquesa de Cambridge, la Reina Isabel emitió una Carta Patente para que todos los hijos de la pareja, indistintamente de su género, tuvieran el título de príncipes y que no hubiera prevalencia de los varones sobre las mujeres. Por este motivo, Carlota es princesa desde su nacimiento, y su hermano menor, Luis, no la ha adelantado en la línea sucesoria.
Al margen de esta cuestión dinástica, fuentes cercanas a los Windsor aseguran que Carlota es el ojito derecho de su abuelo, que no ha dudado en dedicarle unas entrañables palabras por su cumpleaños. Frente a la seriedad y la timidez de Jorge y el desparpajo de Luis, Carlota es el contrapunto perfecto, consciente de su papel y del lugar que ocupa. Algo en lo que se parece mucho a la Reina Isabel. Por este motivo, el monarca desea que en el futuro herede el título de duquesa de Edimburgo. Según algunas fuentes cercanas a la Familia Real, precisamente por esto, el Rey ha otorgado el ducado a su hermano, el príncipe Eduardo de manera vitalicia, para cumplir con la promesa de sus padres, pero asegurar a la vez que el título vuelve a la Corona y así su hijo Guillermo pueda crearlo de nuevo para su hija.
No es este el único título que se baraja para la Princesa. Como hija mayor -y única hasta ahora- de un futuro monarca, lo lógico es que, llegado el momento, Carlota reciba el título de Princesa Real, que ostenta en este momento la princesa Ana. Este es un título que le viene como anillo al dedo ya que, pese a su juventud, Carlota ya ha demostrado en los actos oficiales a los que ha acudido su compromiso y su saber estar, algo que comparte con su tía abuela, una de las royals mejor valoradas de la institución. Sea como fuere, lo que está claro es que la Princesa jugará un papel clave tanto en la monarquía de su padre, el actual príncipe Guillermo, como en la de su hermano, el príncipe Jorge.