Más allá de Diana de Gales : royals a la conquista de Cannes

El Festival de Cannes da el pistoletazo de salida. Una de las citas más esperadas del universo del cine en el que las producciones españolas y Ucrania van a tener un papel destacado. Una muestra que recupera la normalidad después de dos años marcados por la pandemia del coronavirus.

Se espera que por las diferentes alfombras rojas de esta edición desfilen algunos de los rostros más conocidos del panorama internacional. No obstante, más allá de celebrities, actrices e influencers, el Festival de Cannes siempre ha tenido un lugar especial para las royals. Desde Grace Kelly que, además de princesa de Mónaco fue antes actriz, hasta sus herederos, con Carlota Casiraghi y Pauline Ducruet como mejores representantes.

Sin duda, la pionera en esta muestra fue la madre de Alberto de Mónaco. La exactriz fue una de las responsables del auge turístico del Principado en un momento complicado y, de la misma manera, fue capaz de darle un toque extra de sofisticación a la muestra.

Más allá de Grace Kelly, sus descendientes tampoco han faltado al Festival de Cannes. Carlota Casiraghi ha desfilado en varias ocasiones por la alfombra roja de la Croisette y ha asistido a numerosas fiestas. La hija mayor de Carolina de Mónaco ha derrochado glamour en la localidad francesa, a veces sola, y otras acompañada de su marido, que se dedica al mundo del cine.

Al igual que Carlota, también su prima, Pauline Ducruet, ha sido vista en algún momento en Cannes. Asimismo, los hermanos de Carlota, Andrea y Pierre Casirgahi han hecho acto de presencia en contadas ocasiones, de la misma manera que la propia Carolina de Mónaco, a quien se vio en el año 2004 junto a Ernesto de Hannover.

Al margen de la saga Grimaldi, las calles de Cannes han sido testigo de la presencia de figuras como Noor de Jordania o su sucesora, Rania de Jordania. De los Windsor, la princesa Beatriz y su madre se han dejado ver en alguna ocasión pero, sin embargo, la presencia más destacada fue la de Diana de Gales.

La fallecida princesa deslumbró en la edición de la muestra de cine del año 1987. Una etapa complicada para ella, en un momento de crisis con el príncipe Carlos, de quien se separaría al cabo de los años. En este contexto, la pareja visitó el Festival de Cannes en su cuarenta aniversario. Una fecha en la que la Princesa de Gales apostó por un favorecedor y vaporoso vestido en color azul cielo, con drapeado en el escote y fular a juego con el que estaba absolutamente espectacular. Un diseño en chifon de la modista francesa afincada en Londres Catherine Walker, una de las preferidas de Diana y también de Kate Middleton. Un look de diez con el que la esposa de Carlos de Inglaterra se convirtió en la reina de Cannes, título que, hasta el momento, tenía Grace Kelly.