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Es una realidad que la princesa Diana sigue estando presente en la actualidad. Y no solo por el eterno legado que ha dejado en cuanto a estilo se refiere, sino porque en vida se volcó con diversas causas sociales, logrando así la simpatía de los ciudadanos de todos los rincones del mundo. Aunque siempre imaginó que su vida sería como un cuento de hadas, lo cierto es que vivió un verdadero infierno. Nada fue como ella pensaba, sino más bien todo lo contrario.
Se dio el ‘sí, quiero’ un 9 de julio de 1981 con el actual rey Carlos III, por aquel entonces, príncipe de Gales. La catedral de San Pablo acogió a los más de 2.000 invitados, entre los que se encontraba Camila, actual esposa del monarca y con quien le fue infiel el hijo de la reina Isabel II a Diana. Aunque fue catalogada como la boda del siglo, conforme fueron pasando los años los escándalos hicieron tambalear los cimientos del palacio de Buckingham. El 9 de diciembre de 1992 fue cuando el Primer Ministro John Major comunicó a la Cámara de los Comunes que Diana y Carlos habían decidido separarse. «Se anuncia desde el Palacio de Buckingham que, con pesar, el Príncipe y la Princesa de Gales han decidido separarse (…)», dijo. Desde entonces, Lady Di comenzó su andadura en solitario.
La última pareja que se conoció de la Princesa fue Dodi-Al Fayed, quien también falleció en el trágico accidente que tuvo lugar en el puente del Alma de París, en Francia. Una tragedia por la que lloraron ciudadanos de todos los rincones del planeta. Aquel verano, la princesa Diana estaba renaciendo de la complicada crisis matrimonial de la que estaba saliendo.
Antes de llegar a la ciudad del amor, Diana hizo una visita el 18 de junio a Hilary Clinton, en Estados Unidos, la entonces Primera Dama de los Estados Unidos, en la Casa Blanca, durante una gala en Washington. Ese mismo mes, pero en Nueva York, la princesa de Gales tuvo su último encuentro con la madre Teresa de Calcuta, quien la regaló un rosario con el que después Diana fue enterrada. Es necesario mencionar que, cinco días después de irse de este mundo la Princesa lo hizo también la religiosa, a los 87 años de edad.
Vacaciones en la Costa Azul
Primero, pasó unos días junto a sus hijos, el príncipe Guillermo y el príncipe Enrique. De hecho, se hospedaron en la mansión de Dodi. Desafortunadamente, Diana tuvo que hacer una pausa en su escapada veraniega para asistir al funeral de Gianni Versace, que tuvo lugar en Milán. Ambos estaban muy unidos, motivo por el que no quiso faltar al último adiós del diseñador. Mítica es la imagen de Diana de Gales al lado de Elton John llorando desconsoladamente. Tras ese compromiso, viajó a Bosnia para cumplir con su agenda humanitaria en la capital del país, Sarajevo donde llevó a cabo su campaña antiminas.
Después, fue vista abordo del Jonikal, el fastuoso yate de lujo de Dodi Al-Fayed, con el que Diana recorrió el Mar Mediterráneo. Día y noche, fueron perseguidos por los paparazzi hasta que se publicó la imagen más esperada de ellos: la del beso. Después, el 31 de agosto hizo su última parada, París, donde vivió sus últimas horas de vida tras una cena con el millonario en el hotel Ritz de la ciudad.