Los tres búnkers de Begoña Gómez en el último año: de Moncloa a la Residencia Real de La Mareta
Begoña Gómez se enfrenta a un supuesto delito de malversación de caudales
La mujer del presidente del Gobierno ha sido citada por el juez Juan Carlos Peinado
Begoña Gómez sigue en el punto de mira, y es que el juez Juan Carlos Peinado ha propuesto que la mujer del Presidente del Gobierno sea juzgada por un jurado popular, siendo acusada por un delito de malversación, -tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo-.
El juez Peinado ha citado a Gómez, junto a la asesora de Moncloa, -Cristina Álvarez-, y el delegado de Gobierno en Madrid, -Francisco Martin-, para «concretar la imputación» que existe en su contra.
«Estoy tranquila, serena y confiada. El tiempo lo pondrá todo en su sitio», aseguraba hace unos meses Begoña, quien durante los últimos meses ha procurado mantenerse en un segundo plano y alejarse del foco mediático. De hecho, son escasas las ocasiones en las que hemos podido verla en actos públicos, siendo el último de ellos este pasado junio, cuando acompañaba a su esposo, Pedro Sánchez, a la cumbre de la ONU celebrada en Sevilla.
También pudimos verla en mayo, cuando asistió junto al Presidente del Gobierno a la graduación de una de sus hijas. Imágenes que llamaron mucho la atención, ya que apareció con muletas y mostraba cierta dificultad para caminar. Esta fue su primera aparición pública tras haberse sentado en el banquillo de los juzgados de Plaza Castilla a declarar el pasado 18 de diciembre. En todo este tiempo, Begoña se ha mantenido al margen, y ha estado muy protegida en lo que podemos considerar sus tres principales «búnkeres»: desde Moncloa, a la Residencia Real de La Mareta o su coche de protección oficial, que se ha encargado de llevarla y traerla sin ser vista.
El Palacio de La Moncloa, su hogar blindado
El Palacio de la Moncloa ha sido, sin duda alguna, uno de los grandes refugios de Begoña Gómez en los últimos meses. La residencia de Pedro Sánchez y su esposa, en el distrito de Aravaca, no es solo un hogar; sino también un espacio de trabajo que acoge conferencias de prensa, reuniones de gabinete y la recepción de líderes internacionales.
Cabe destacar, que cada presidente adapta el Palacio su propio estilo, y así fue también en el caso de Sánchez. La planta que ocupa el Presidente se compone de ocho dormitorios, tres vestidores y nueve baños. Así, Begoña Gómez se ha encargado de adaptarlo al gusto de su familia, empezando por cambiar el colchón de la cama matrimonial que compartieron Mariano Rajoy y su esposa, -según desvelaba el propio Sánchez «en tono de broma» en su libro Manual de resistencia-.
También se sabe que cambiaron el cabecero, e incorporaron a la vivienda un sofá de tres plazas y una cama infantil. A petición del presidente, a quien le gusta practicar deporte, también se instaló una cinta de correr en el gimnasio de la propiedad.
La Residencia Real de La Mareta
En medio del gran revuelo que se ha formado con la investigación y presunta imputación de Begoña Gómez en diversos delitos de malversación, -a raíz de los posibles trabajos privados que realizaba Cristina Álvarez, su asistente de Moncloa, y que estaban alejados de sus funciones públicas-, no sorprende que la esposa del Presidente del Gobierno sintiera la necesidad de escaparse este verano a la Residencia Real de La Mareta.
Ubicada en la isla canaria de Lanzarote, el presidente del Gobierno ha convertido esta propiedad en su lugar de vacaciones habitual, y donde suele acudir con toda su familia. Durante el mes de agosto, el matrimonio y sus dos hijas pudieron disfrutar de unos días de descanso y estuvieron muy protegidos. Y es que allí tienen a su disposición una superficie de algo más de 66 hectáreas marítimas por donde no puede navegar ninguna embarcación «por motivos de seguridad».
Además, en el complejo vacacional también llegaron a acoger a miembros de su familia como la madre del Presidente o su cuñado. Tampoco sorprende que Sánchez y su esposa lo hayan convertido en su segunda residencia habitual, ya que allí cuentan con toda clase de lujos; desde una playa privada, a piscina o cancha de baloncesto, hasta servicio de cocina e incluso un médico.
Sin embargo, cabe destacar que La Mareta fue cedida en diciembre de 2015 por «expreso deseo del Rey Felipe VI», para estar «al servicio de los intereses turísticos de España». Es decir, que su principal objetivo es «la promoción y la defensa de los intereses turísticos de nuestro país».