‘El cautivo’… y los cautelosos: Pedro Sánchez y Begoña Gómez esquivan la alfombra roja en Callao
Pedro Sánchez y Begoña Gómez asistieron al estreno de 'El cautivo'
La pareja entró por la puerta lateral para evitar la exposición mediática directa
Begoña Gómez enfrenta cinco presuntos delitos relacionados con su labor en la Universidad Complutense


Este miércoles, Pedro Sánchez y Begoña Gómez asistieron al estreno de El cautivo, la esperada película de Alejandro Amenábar, en los Cines Callao de Madrid. Sin embargo, lejos del glamour y del habitual despliegue mediático que acompaña a este tipo de eventos, la pareja presidencial eligió una entrada discreta por la puerta lateral, evitando el photocall y la exposición directa frente a los periodistas. Una elección que, lejos de ser casual, refleja la necesidad de mantener control y distancia en un momento especialmente delicado para Begoña Gómez, citada por cuarta vez ante el juez Juan Carlos Peinado por un presunto delito de malversación de caudales públicos.
Mientras rostros conocidos como Belén Rueda, Ana Fernández o Julio Peña Fernández se dejaban fotografiar y saludaban al público, Sánchez y Gómez prefirieron transitar con calma y prudencia por el recinto, priorizando la discreción sobre la visibilidad. La pareja ha aprendido a moverse con cálculo: presencia suficiente para cumplir con sus compromisos sociales y culturales, pero sin dar pie a preguntas incómodas ni titulares que puedan amplificar la tensión judicial que atraviesan. Su entrada lateral recuerda en muchos sentidos a la forma en que Begoña compareció recientemente ante el juez, pasando prácticamente inadvertida y dejando que su abogado se encargara de las palabras públicas.
Pedro Sánchez en Madrid. (Foto: Gtres)
La metáfora de El cautivo no pasa desapercibida: la película narra cómo un joven Miguel de Cervantes sobrevive a su cautiverio en Argel gracias a su ingenio y paciencia, forjando relaciones estratégicas y manejando riesgos de manera cuidadosa. De forma casi irónica, la pareja parece reflejar esa misma filosofía: moviéndose con inteligencia entre compromisos públicos y un escenario mediático y judicial complejo, buscando protegerse sin renunciar a la visibilidad. Cada gesto, cada entrada y salida está calibrada, como si cada movimiento formara parte de un guion estratégico.
El estreno también sirve para poner de relieve la doble faceta de Begoña Gómez: por un lado, una figura pública vinculada a la Moncloa y a proyectos sociales; por otro, una persona que debe enfrentarse a acusaciones judiciales que podrían marcar su vida personal y profesional. Su discreción calculada, su acompañamiento por el presidente y la ausencia de interacción directa con la prensa muestran una estrategia clara: gestionar la visibilidad, minimizar riesgos y mantener la imagen de unidad familiar y estabilidad en medio de la tormenta.


Begoña Gómez en Madrid. (Foto: Gtres)
El estilismo de Begoña Gómez
Para acudir al estreno de El cautivo, Begoña Gómez se ha decantado por un vestido sin mangas de piel negra con corte recto, que marca la silueta y aporta un aire moderno y estructurado. Ha combinado la prenda con pulseras discretas en la muñeca izquierda, que añaden un pequeño detalle de brillo sin distraer del conjunto principal. La esposa de Pedro Sánchez ha dejado su cabello suelto y liso, con un movimiento natural que suaviza la rigidez del cuero. El estilismo, de aire urbano y contemporáneo, resulta apropiado para un evento nocturno o una salida en la ciudad, mostrando una mezcla de materiales y líneas sencillas con un toque atrevido.