Teresa Campos acude al fisioterapeuta tras hablar con Edmundo
Edmundo Arrocet se rompe con la declaración de amor de Teresa Campos
María Teresa Campos, condecorada con la Medalla al Mérito en el Trabajo
María Teresa Campos sale de casa para visitar a su hija Terelu
María Teresa Campos ha acudido a su cita rutinaria con el fisioterapeuta en el hospital madrileño de La Luz. Acompañada de su hija Carmen Borrego y de Gustavo -su persona de confianza y quien se dio cuenta de los síntomas del ictus que aquejó a la presentadora hace unas semanas- María Teresa ha llegado al centro médico con un atuendo muy veraniego y una sonrisa que no ha mudado en ningún momento. Está feliz y motivos tiene de sobra: ha hablado con Edmundo Arrocet y recibirá la medalla al mérito en el trabajo.
Su visita al hospital para citarse con el ‘fisio’ no es nada grave, es algo habitual en su agenda. No es la primera vez que se deja ver en el hospital por este motivo. «Vengo al fisio desde hace años, esto es recuperar mi normalidad», ha aclarado Teresa. La malagueña, que este domingo habló por teléfono en directo con su pareja Edmundo Arrocet, ha querido salir al paso de las informaciones que han apuntado que el humorista se quedó «preocupado» tras su llamada a Honduras: «No se quedó preocupado, sino compungido y roto por la emoción del momento».
Ella también se emocionó mientras declaraba su amor al chileno por primera vez. Fue una intervención muy importante para Teresa y estaba nerviosa. «Nada ha mermado lo que siento por ti y como no tengo incapacidad para hablar de sentimientos como tú te digo: Te quiero, te amo, cuídate», fueron sus amorosas palabras hacia la persona con la que comparte su vida desde hace tres años. Pese a que estuvo prevenida por la presentadora Sandra Barneda para que no desvelara nada del exterior, la malagueña no pudo evitar informar a Edmundo de que «han pasado cosas desde que te fuiste de las que te enterarás a tu vuelta».
Además, Campos aprovechó la llamada para dejar claro que si el cómico no la nombra en el concurso es porque ella se lo ordenó: «Si no se ha referido a mí ha sido mi culpa. No me nombra porque le pedí que no lo hiciera. Cuando discutimos cuando quería irse, le dije ‘Vete, pero ni me nombres’. Yo sabía que si lo hacía iba a tener una gran repercusión y quien entraba ahí era él, no yo».