Actualidad

Teresa de Borbón-Dos Sicilias, así es la abuela política de Almeida, una princesa que cría caballos

  • Eduardo Verbo
  • Jefe de LOOK. Licenciado en Periodismo, se ha dedicado a los asuntos de la realeza y la aristocracia en El Mundo, Vanity Fair y ¡Hola!
    • Actualizado:

La finca El Canto de la Cruz, ubicada en Colmenar Viejo (Madrid), será el escenario de la celebración de la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo Moreno. Estos verdes prados de 24 hectáreas son propiedad de los abuelos maternos de la futura primera dama de la capital y se transformarán en la fortaleza inexpugnable donde el alcalde de Madrid y su ya mujer festejen su matrimonio alejados del escrutinio mediático. La prensa se agolpará este próximo sábado 6 de abril en las puertas de la Iglesia de San Francisco de Borja de la capital. Si la vida de Piru Urquijo, su abuela paterna, resulta fascinante, la de su abuela materna, la princesa Teresa de Borbón-Dos Sicilias, a la que honrará al llevar el mismo vestido que ésta lució en su boda con Íñigo Moreno de Arteaga el 16 de abril de 1961, no es menos digna de una novela.

Imagen de la finca El Canto de la Cruz, desde donde se obtienen unas inmejorables vistas de Madrid. / @flordelishorsetrials

Actualmente, la aristócrata, que es marquesa de Laserna y de Caserta, tiene 87 años. Nació en el exilio de Lausana (Suiza), donde vivían sus padres, Alfonso de Borbón-Dos Sicilias y Borbón y la princesa Alicia de Borbón-Parma, quienes pudieron haber reinado en España si los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia no hubieran tenido hijos. Fue su abuelo Nino quien abandonó España para acompañar a los monarcas tras la proclamación de la II República en 1931. Al finalizar la Guerra Civil, la abuela de Teresa, que tiene tratamiento de Alteza Real, volvió a España con sus padres y sus hermanos, la princesa Inés de Borbón-Dos Sicilias y Don Carlos, duque de Calabria e infante de España por gracia de su primo hermano y amigo, el rey Don Juan Carlos, con el que éste coincidió junto a otros niños ilustres de la capital en el internado de Las Jarillas. Todos se instalaron en La Toledana, una finca que sus progenitores adquirieron en 1941 en el municipio de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), en el parque de Cabañeros.

Teresa de Borbón-Dos Sicilias, junto a la reina Sofía. / @flordelishorsetrial

Una vida marcada por el duelo

Allí, en un cigarral construido por Luis Eizaguirre, un oasis en medio de la dehesa, vivió la princesa su niñez y adolescencia. Sin embargo, su vida dio un vuelco cuando, casi tres años después de casarse, en 1963, perdió a su padre cuando él tenía 62 años. No sabía entonces que su existencia iba a estar marcada por el duelo, ya que tendría que navegar en la tristeza que le produjo la muerte de dos de sus siete hijos, Fernando, fallecido en 2011 a los 41 años en un accidente de moto, y Alfonso, desaparecido en 2018 a los 52 años a consecuencia de un tumor cerebral. El marido de la princesa y abuelo de la novia de Almeida, Íñigo Moreno de Arteaga, quiso despedirse de éste último con un emotivo obituario que publicó en ABC. Dijo de su hijo: «Desde el primer momento supo lo que tenía y cuál era su futuro, pero como los bravos, se creció al castigo». Un arrojo que la abuela de Teresa Urquijo también ha demostrado para ejemplo de sus otros cinco hijos, Rodrigo, Alicia, Clara, Delia y Beatriz, la madre de la novia del año.

Teresa de Borbón-Dos Sicilias, abuela de la prometida de Almeida, junto al Rey Felipe VI. / GTRES

Doña Teresa heredó de su padre la yeguada Flor de Lis, en claro homenaje a la flor que se identifica con la familia Borbón, y, aunque en un principio la gestionaba desde La Toledana, decidió establecerse cerca de la capital. Ese es el origen de El Canto de la Cruz, cuyas instalaciones inauguró el propio rey Don Juan Carlos en 1991. Desde entonces, se ha dedicado a la cría de caballos de pura raza árabe y, desde hace un tiempo, también la finca alberga una competición hípica, Flor de Lis Horse Trials, que han presidido desde la infanta Elena a la reina Sofía. A nadie le sorprendió esta vocación tan campestre de la princesa, ya que, además de su padre, su madre, la infanta Alicia, fue campeona de España de tiro al pichón, así como responsable de introducir en nuestro país el teckel de pelo duro y el drahthaar alemán. Su marido también es un gran amante del campo. De hecho, con sólo diez años empezó a coleccionar libros de caza y hoy cuenta con una de las mejores bibliotecas de esta temática del país.

Una princesa de andar por casa

Teresa de Borbón-Dos Sicilias, abuela de Teresa Urquijo. / GTRES

El Canto de la Cruz es un escenario muy especial para la futura mujer del alcalde, ya que se crió allí. Sus tías Delia y Clara han despuntado como amazonas y la finca ha recibido a menudo la visita de la infanta Elena y sus hijos, Felipe y Victoria de Marichalar, íntima amiga de Juan Urquijo Moreno, el futuro cuñado del alcalde. A pesar de que es princesa, la futura abuela política del primer edil de la capital es una más en Colmenar. Conduce su propio coche y va a comprar con normalidad. Ha sido con el enlace de su nieta cuando ha visto su tranquila vida un poco más agitada, pero por lo demás Su Alteza ha querido mantener un perfil discreto. De hecho, ella misma contaba que, cuando viajaba alrededor del mundo como jueza de concursos hípicos, aprovechaba las horas en el avión para tricotar y remendar la ropa de sus hijos. O, cuando una noche, al volver de un evento, se tuvo que remangar y ayudar a parir a una de sus yeguas. Teresa de Borbón-Dos Sicilias, princesa, pero de andar por casa.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias