3 años sin Carlos Falcó: de la nueva vida de su hija Tamara Falcó al escándalo amoroso de su viuda
El Rincón: el descalabro de la joya de Carlos Falcó y una misteriosa venta
Esther Doña, en pie de guerra con Pedraz: “La muerte de Carlos Falcó no me ha dolido tanto”
Esther Doña lanza su último puñal al juez Pedraz: «Sigo enamorada de Carlos Falcó”
Funeral de Carlos Falcó: amigos y familiares recuerdan al marqués de Griñón un año después
La luz de Carlos Falcó y Fernández de Córdova (Sevilla, 1937), V marqués de Griñón y XII de Castel-Moncayo se apagó el 20 de marzo de 2020. El suyo fue uno de los miles de tristes fallecimientos que dejó la pandemia por coronavirus. Hace tres años que la pandemia golpeó con dureza y puso en jaque al mundo entero. Por lo pronto, a Tamara Falcó la dejó huérfana de padre y con un proceso de reconstrucción vital que ha incluido dos peticiones de matrimonio y una ruptura televisada con infidelidad de por medio. Lo cierto es que en 1095 días, que son los que tienen tres años, da tiempo a que sucedan muchas y muy variadas cosas. Pero empecemos por el principio.
Carlos Falcó en una imagen de archivo
Tamara Falcó se enteró de la muerte de su progenitor: «Mi padre era incansable, vimos que no nos contestaba al móvil y nos preocupamos», recordaba en Lazos de Sangre. «Yo lo que no sabía es que él entró un domingo por la noche y el miércoles le estaban llevando a la UCI. No sabía que a mi padre ya lo habían intubado, le habían sedado y que ya no iba a responder». El peor desenlace posible ocurrió y fue su hermana Xandra quien la llamó a ese viernes por la mañana para darle la noticia del fallecimiento de su padre.
Sin poder despedirse de él en condiciones por culpa de las restricciones pandémicas, Tamara Falcó recibió el legado de su padre a los meses de morir. Tuvo que esperar casi un año, pero finalmente le llegó la carta del Rey Felipe VI que la nombraba nueva marquesa de Griñón, el título nobiliario que ostentaba su progenitor hasta la fecha de su muerte. Normal que ella no pudiera ocultar su tremenda emoción: «Es algo que me ha dejado mi padre y me hace mucha ilusión tener. Es el nombre con el que le identificaban», confesaba en El Hormiguero.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva paseando por Madrid
La otra gran herencia que Carlos Falcó le dejó a su hija es el palacio de El Rincón. Look informó en exclusiva de que la joya del patrimonio del antiguo marqués está en un estado que está lejos de ser el mejor y en venta, si bien la primogénita de Carlos lo desmintió. No obstante, fue allí donde Tamara Falcó grabó la gran parte de su reality en Netflix y también donde, el próximo 8 de julio, se dará el esperadísimo sí quiero con Íñigo Onieva.
La pareja ya ha comenzado con sus preparativos y la última hora es que Tamara ha confesado que «Íñigo es supercontrolador y quiere decidirlo todo». Una manera de decir que está involucrándose muchísimo en la boda. Ya no se acuerdan (o no quieren acordarse) de los amargos meses que ambos pasaron tras desvelarse la comentadísima infidelidad de Íñigo Onieva a su prometida. Ella decidió perdonarlo para darle una nueva oportunidad y poder convertirse en su mujer y madre de sus hijos.
Ver esta publicación en Instagram
Lo que sí podemos confirmar es que el empresario está algo nervioso, porque en los últimos días contestó de malos modos a los reporteros que hacían guardia en su casa por la noche: «Son las doce de la noche, no son horas para apuntar con un foco a nadie ni para hacer preguntas, iros a casa ya y dejadme en paz», se quejaba. ¿Qué pensaría Carlos Falcó del culebrón en el que se vio inmersa su hija?
No sólo a Tamara Falcó le ha cambiado la vida
Otra persona que sufrió muchísimo tras la muerte de Carlos Falcó fue su mujer por aquel entonces: Esther Doña. La viuda recogió del suelo su corazón hecho pedazos: «Lo he pasado muy mal, lo he pasado fatal. Murió Carlos de covid y a los pocos meses murió mi padre. Han sido momentos muy duros (…) Ha sido horrible, era algo que no podíamos imaginar», revelaba en su última entrevista en televisión.
Esther Doña y Carlos Falcó mirándose
Con mucho tiempo de duelo, la ex modelo volvió a encontrar el amor en los brazos de Santiago Pedraz. Lo suyo parecía un cuento de hadas e incluso contaba con la bendición de Carlos Falcó: «Hace unos años, Carlos, que siempre pensaba en todo, comentó en una reunión con amigos: ‘El día que yo no esté, Santiago es el hombre que me gustaría para Esther», recordaba ella.
Pero el sueño se tornó en pesadilla y cuando todo parecía ir viento en popa, Santiago Pedraz dejó a Esther Doña: «Él tomó esa decisión y la razón solo la sabe él. No es que sienta que no me ha dado explicaciones, es que no me las ha dado. Quizás el tenía unas aspiraciones y yo otras (…) nuestra relación ha sido muy pasional, muy intensa. Quizás por eso se rompió. Con el paso del tiempo he visto que somos totalmente incompatibles», le contaba a Sonsoles Ónega.
Esther Doña y Santiago Pedraz en Sevilla
No obstante, no dudó en asegurar después que el verdadero hombre de su vida no era el afamado juez: «De quien he estado enamorada y sigo enamorada es de Carlos Falcó, mi marido».