El tablero imposible de Pablo Motos: entre la lealtad a Victoria Federica y un Revilla sin mordaza
Miguel Ángel Revilla acude este martes, 20 de mayo, al plató de 'El Hormiguero'
Miguel Ángel Revilla está de plena actualidad debido a la demana interpuesta contra él por parte de Juan Carlos I
Pablo Motos se enfrenta a un choque de intereses con la entrevista de Miguel Ángel Revilla
El Hormiguero promete este martes, 20 de mayo, poner las televisiones a arder con una entrevista que va mucho más allá del habitual humor y espectáculo. Miguel Ángel Revilla, ex presidente cántabro y un habitual en el programa de Pablo Motos, se sentará para hablar con total libertad – o eso se espera-, sobre uno de los temas más candentes del momento: la demanda que el Rey Juan Carlos I ha interpuesto contra él por supuestas declaraciones que el ex monarca considera injuriosas y atentatorias contra su honor. Pero aquí es donde empieza el dilema del presentador. Porque, ojo, Pablo Motos no es sólo un anfitrión cualquiera. Es, en cierto modo, el padrino televisivo de Victoria Federica, la nieta del Rey emérito y defensora acérrima de su abuelo. ¿Cómo gestionará esta contradicción en su propio plató?
Revilla ha disfrutado de un espacio privilegiado en El Hormiguero, un rincón donde puede expresarse sin tapujos, y en ocasiones con crítica directa a la monarquía y, más concretamente, al Rey Juan Carlos. No es un secreto que el político cántabro no se muerde la lengua cuando habla de ciertos temas espinosos y que su actitud, más cercana al tono irreverente que a la diplomacia, es uno de los ingredientes que le han ganado un hueco permanente en el show. Sin embargo, esta noche las palabras de Revilla adquieren un cariz especialmente delicado, porque el Rey Juan Carlos, más allá de ser una figura pública bajo el foco judicial y mediático, es el abuelo de Victoria Federica, la joven aristócrata a la que Pablo Motos ha abierto las puertas del mundo televisivo. La ha invitado como rostro visible en eventos de El Hormiguero, pero también ha impulsado su presencia en formatos de su propia productora, como El Desafío.
Así, el choque de intereses y afectos no puede ser más jugoso. Por un lado, Pablo Motos tiene en su plató a Revilla, un hueso duro y crítico con el emérito, y por otro, mantiene una relación que podría describirse como protectora con la nieta del padre del Rey Felipe VI, un vínculo que trasciende lo profesional y roza lo personal. Victoria Federica, con su carácter y su posicionamiento público, ha defendido en más de una ocasión la figura del abuelo en medio del huracán de escándalos y denuncias que han rodeado a Juan Carlos en los últimos años. Esto hace que Motos tenga que bailar con dos discursos que, al menos en apariencia, están condenados a chocar.
La situación es un caramelito para los medios de comunicación, pero también para los espectadores y seguidores del programa: ¿cómo gestionará el presentador esta entrevista? ¿Permitirá Pablo Motos que Revilla se explaye en críticas duras contra Juan Carlos I sin intervenir? ¿O intentará ponerle algún freno para no molestar a la familia del Rey Felipe VI y, especialmente, a su protegida televisiva? La expectativa, desde luego, está servida. Pablo Motos, con su estilo afable pero controlado, deberá decidir si se deja llevar por el espectáculo y el periodismo más valiente, o si opta por suavizar el mensaje para no abrir una herida que podría comprometer sus vínculos.