La custodia de sus hijos, los gastos… todos los detalles del acuerdo de divorcio entre Iker Casillas y Sara Carbonero
El 26 de abril estarán divorciados oficialmente después de ratificarlo en un juzgado hace unos días. La sintonía entre ellos es buena.
12 días son los que les quedan a a Iker Casillas y Sara Carbonero para estar divorciados de manera oficial. Así lo especifica el acuerdo que alcanzaron y firmaron el pasado martes 6 de abril en los juzgados de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. Han de pasar 20 días desde esa fecha para que ambos sean considerados exmatrimonio a todos los efectos.
Son varios los puntos que tenían que cerrar antes de estampar su firma, pero llegar a un acuerdo no ha sido difícil. La sintonía entre ellos ha sido muy buena y ya han salido a la luz algunos detalles, según recoge la revista ‘Diez Minutos’ en su edición de este miércoles.
El asunto más delicado y a su vez más importante era el relacionado con sus dos hijos, Martín y Lucas. Ninguno de los dos ha puesto pega alguna a la decisión conjunta que han tomado: Sara Carbonero se queda con la custodia de los niños, pero Iker Casillas tendrá un régimen de visitas tan cómodo como flexible. Vivirán en el que fuera hogar familiar en la casa situada en la exclusiva urbanización de La Finca, un chalé que en su día el exportero del Real Madrid compró a su nombre. Los gastos por la educación de sus descendientes corren a cargo de él.
En lo referido al mostoleño, seguirá residiendo en la vivienda que adquirió el pasado verano en la calle de Pintor Rosales, en el céntrico distrito de Moncloa-Aravaca. El hogar cuenta con 300 metros cuadrados útiles y todas las comodidades. Además, tiene como vecina a Eugenia Silva. Entre sus características se encuentra una idílica ubicación, rodeada de zonas verdes y muy cercano a la Casa de Campo. Pertenece a una promoción inmobiliaria levantada en 1960 y que tan solo cuenta con 7 viviendas, todas con garaje y trastero, además del ascensor comunitario.
La buena sintonía de Sara Carbonero e Iker Casillas
El hecho de que Iker Casillas y Sara Carbonero hayan tenido una separación muy cordial ha hecho que firmar el acuerdo de divorcio sea un mero trámite y en ningún caso nada traumático. No ha habido complicaciones para una expareja que entendió que separar sus caminos a tiempo era la mejor decisión, tanto para ellos como para sus hijos, prioridad absoluta para ambos en todo este proceso.
El bienestar de sus pequeños era algo que dejaron claro desde el momento el que anunciaron su divorcio: «Hoy, nuestro amor de pareja toma caminos distintos pero no lejanos puesto que continuaremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados, como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo», decían en el comunicado.
Desde el primer instante, el madrileño y la toledana han seguido presumiendo de buen rollo en redes sociales. Se comentan y se dan likes a menudo. Ella está centrada en su trabajo en la radio y en su firma de ropa Slowlove; por su parte, Casillas ha empezado ya a desarrollar eventos en calidad de adjunto al director de la Fundación Real Madrid.