ANÁLISIS

La psicóloga Lara Ferreiro analiza el rol de Leonor en grupo tras ver la luz sus fotos en bikini

La princesa Leonor ha sido fotografiada en bikini en la playa La Mulata, muy cercana a Montevideo

La psicóloga Lara Ferreiro ha explicado el lenguaje no verbal que muestra la heredera al trono en el sonado reportaje

Princesa Leonor, Escuela Naval
Princesa Leonor, con sus compañeros de Marín. (Foto: Gtres)
  • Lara Ferreiro
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El lenguaje no verbal representa el 70% de la comunicación humana. Aunque no seamos conscientes, nuestros gestos y posturas siempre están cargados de simbolismo psicológico. En este contexto, vamos a analizar el rol que la princesa Leonor toma en grupo una vez vistas las imágenes que este miércoles, 2 de abril, han visto la luz de ella en bikini, disfrutando de la playa en Montevideo. 

El simbolismo de la foto

La foto inédita que aparece en el interior de una conocida revista del corazón, transmite un poderoso simbolismo sobre la hija de los Reyes Felipe y Letizia en un entorno inusual para la heredera al trono español: relajada en una playa, rodeada exclusivamente de hombres que parecen girar su atención hacia ella. Además, Leonor también parece sentirse muy cómoda con los hombres. Aunque no esté en el centro de la foto, sí es el claro centro de atención de este grupo de chicos. Ella se ha colocado al margen, no en el centro de ellos, porque, aunque sabe que todos estos chicos están locos por ella, no tiene una actitud narcisista que le hace acaparar el lugar central del grupo, por eso se coloca en un lateral. 

También es posible que se coloque un poco al margen, en el lateral, porque sabe que está siendo el centro de las miradas de esos cinco chicos, y quizás, colocarse justo en el centro de ellos, la hace sentirse intimidada.

Por su parte, la postura de la princesa Leonor, medio sumergida en el agua, nos da a entender que no quiere mostrar su cuerpo en bikini a estos chicos. Para que Leonor se sienta relajada siendo el centro de atención de este grupo, necesita que su cuerpo, vestido únicamente con un bikini, no sea el blanco de todas las miradas de los cinco. Esta actitud puede estar relacionada con la atelofobia (miedo a la imperfección) o el «síndrome de la Barbie», que sufren muchas mujeres porque siempre sienten la necesidad de estar perfectas. Por eso, que no muestre su cuerpo y lleve esas gafas que le esconden los ojos, puede deberse a una timidez inconsciente.

Esto es algo muy normal en cualquier mujer y en cualquier chica de su edad. Con 19 años, el cuerpo está en pleno desarrollo y muchas chicas puede sentir complejos porque creen que tienen defectos o no son lo suficientemente perfectas, por eso nos encontramos con que Leonor parece esconder su cuerpo bajo el agua, muy en contraste con las posturas de estos chicos, todos de pie, con el torso fuera del agua, mostrando musculitos para que Leonor se fije en ellos.

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La princesa Leonor en Uruguay (Foto: Gtres)

Otro aspecto a tener en cuenta es la expresión facial de Leonor en esta foto, que es todo un enigma. Sus gafas de sol ocultan su mirada, lo que la convierte en un misterio dentro de la imagen. Este gesto puede vincularse con un rasgo psicológico que poseen algunas personas que, por necesidad o entrenamiento, aprenden a ocultar sus emociones y a proyectar una imagen impenetrable. Esto puede ser un mecanismo de defensa propio de su educación, pero también una muestra de la evolución de su carácter: una futura reina que, desde muy joven, ha aprendido a no dejar entrever demasiado de su mundo interior.

Por otro lado, poco podemos ver de la mirada de Leonor, oculta tras sus gafas de sol, pero sí podemos intuir que no mira a ninguno de estos chicos en concreto, con lo cual, es probable que ella no sienta atracción real por ninguno de estos chicos.

El carisma de la princesa Leonor

Esta fotografía es una manifestación del magnetismo natural de Leonor, quien, a sus 19 años, se encuentra en una etapa de consolidación de su identidad adulta y su personalidad. Su rol como única mujer en la escena refuerza la imagen de una joven poderosa, capaz de atraer la atención de su entorno sin necesidad de imponerse, sin necesidad de adoptar una actitud prepotente.

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La princesa Leonor junto a sus compañeros guardiamarinas. (Foto: Gtres)

Esta imagen es una prueba de lo popular y querida que es Leonor entre sus compañeros. Todos quieren recibir atención de Leonor, todos quieren caerle bien, todos quieren ser sus amigos. Además, la fotografía también sugiere un refuerzo significativo de la autoestima de Leonor. Ser el centro de atención de todos estos compañeros tan atractivos eleva, inevitablemente, la autoestima de cualquier chica de 19 años, por lo que Leonor debe sentirse ahora muy poderosa y segura de sí misma.

Aunque no debemos construir nuestra autoestima sobre lo que personas externas piensen de nosotros, a todos nos gusta gustar. Gustar a los demás nos empodera, y no solo gustar, sino ser escuchada y tenida en cuenta, como parece estar siendo Leonor en este grupo. Además, esta experiencia de «gustar a todos» puede fortalecer lo que en psicología se llama el locus de control interno, que es la creencia de que una misma tiene el poder de influir en los demás. Leonor no está ahí como una espectadora pasiva; está ejerciendo, de forma inconsciente, un magnetismo que la reafirma como una mujer que tiene el control de su entorno y de las reacciones que genera. Solo hay que ver la postura corporal de los chicos, todos girados hacia ella, lo que refuerza la idea de que todos están locos por ella y todos quieren gustar a Leonor.

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La princesa Leonor en los Premios Princesa de Asturias. (Foto: Gtres)

Leonor, futura Reina en un mundo de hombres

Los jóvenes que la rodean simbolizan la fascinación y el respeto que genera su figura, tanto en su círculo cercano como en la sociedad en general. ¿Es esta imagen una metáfora visual de su futuro como reina? Una mujer en un mundo de hombres, ejerciendo una influencia sutil pero innegable, mientras el foco de todos sigue inevitablemente sobre ella.

Leonor es la única mujer en un entorno exclusivamente masculino (en lo que se refiere a la foto), lo que refuerza la imagen de una futura monarca en un mundo tradicionalmente dominado por hombres. Este tipo de dinámica puede vincularse con el llamado «síndrome de la mujer perfecta», donde una figura femenina debe demostrar constantemente su liderazgo y capacidad de imponerse sin perder su feminidad. En este contexto, los hombres que la rodean pueden representar simbólicamente las estructuras patriarcales de la monarquía y la sociedad, que observan con respeto, curiosidad o incluso cierta tensión la presencia de una mujer que en el futuro tendrá más poder que ellos.

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La princesa Leonor en la igleisa de Santo Domingo. (Foto: Gtres)

Además, esta escena podría interpretarse como una ruptura con la imagen rígida y protocolaria que suele proyectar la monarquía. Leonor aparece en un ambiente despreocupado, disfrutando de la vida con naturalidad, lo que refuerza la idea de una princesa moderna, capaz de conectar con las nuevas generaciones desde una posición de cercanía.

Las consecuencias psicológicas de estas fotos para la princesa Leonor

Que la intimidad de Leonor durante su formación a bordo del buque Elcano esté siempre invadida, y que se la muestre o se la critique por estar en actitudes relajadas o de disfrute, puede hacer que Leonor se vuelva más recelosa con su vida privada y tenga mucho más cuidado a la hora de hacer cosas en su tiempo libre en público. Estas fotos son muy íntimas y reflejan un lado de la princesa que todos desconocíamos. Es muy probable que Leonor tenga miedo de defraudar a su madre Letizia y a su padre Felipe VI, ya que, al estar en bikini en las fotos, puede dar lugar a que la gente la sexualice.

Además, a la Casa Real le preocupa que las críticas que pueda recibir por hacer cosas que haría una chica de 19 años normal, reste importancia a su trabajo y su estricta formación militar en el buque, que es lo que realmente importa.

Lara Ferreiro es autora de los libros Adicta a un gilipollas y Ni un capullo más.

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