En un año huérfano de presentadores, repasamos los mejores en la historia de los Goya
A pesar del gran éxito que cosecharon los presentadores del último año, María Casado y Antonio Banderas y la vuelta a la nueva normalidad de esta edición de los Premios Goya, con asistencia cien por cien de los invitados, será el primer año donde no existirá la figura de presentador. Se desconocen los motivos por los que ha tomado esta decisión la Academia de Cine, puede ser por querer copiar a los Oscar, que durante los últimos años han optado por esta opción o porque no han conseguido encontrar a nadie que asuma el reto de ponerse al frente de una de las ceremonias más difíciles que un conductor de una gala se puede enfrentar.
Como una de las novedades de la gala de los Goya está la falta de presentador que hará que los entregadores ganen protagonismo. En esta ocasión los elegidos son Inma Cuesta, Juan Diego Botto, Belén Cuesta, Arturo Valls, Ana Milán, Bárbara Lennie y la cineasta afgana Sahraa Karimi o Antonio Banderas entre otros. Todos ellos intervendrán durante la ceremonia, que contará con ganadoras y ganadores del premio el año pasado, cineastas valencianas y grandes nombres dentro de este ámbito.
Respecto a los maestros de ceremonia de otras ediciones, algunos han repetido experiencia y otros solo lo han probado una vez, pero la mayoría coinciden en que es una oportunidad muy dura, e incluso han confesado que no les ha merecido la pena. Las críticas y las presiones por hacer una gala inolvidable, entretenida y dinámica con la entrega de 29 cabezones es bastante complicado, por lo que no guardan un buen recuerdo.
Rosa María Sardá fue la gran precursora en estos menesteres, durante tres años 1994, 1999 y 2002 fue la encargada de presentar tres ceremonias que la prensa la tildó como «la mejor presentadora de la historia», tal y como publicaba el diario El Español tras su fallecimiento. La desaparecida actriz puso el listón muy alto gracias a su sentido del humor y su naturalidad delante de la cámara. En el caso de la intérprete, ser maestra de ceremonias no fue el único éxito que recibió, en dos ocasiones también recogió premio en la categoría de mejor actriz.
Algo parecido le pasó al actor Dani Rovira. Fueron de las galas más con mejor aceptación por parte del público y la crítica, aunque él mismo confesó que había sido muy duro y los mensajes en redes sociales por parte de los haters les hicieron pasarlo muy mal. Sin embargo, repitió hasta en tres ocasiones seguidas (en los años 2015, 2016 y 2017) y la primera incluía su primera nominación a los Goya como actor revelación gracias a su trabajo en la película Ocho apellidos vascos, la cinta más taquillera de la historia del cine español. El intérprete es conocido por su faceta cómica, la gran protagonista de las galas en las que participó como presentador, pero quiso arriesgar y no defraudó ya que también cantó, bailó claqué y se atrevió a poner en un aprieto algunos de los invitados, entre ellos políticos del momento como el ministro Wert; que sucumbieron a sus encantos.
Durante sus años como presentador Dani Rovira ha recibido muchas críticas / Gtres
El presentador Andreu Buenafuente es uno de los más expertos en la materia ya que ha sido encargado de presentarlo durante cuatro años, las dos primeras en solitario en 2010 y 2011 y los dos últimos junto a la actriz Silvia Abril en 2019 y 2020. La pareja de cómicos consiguió titulares del tipo «convencen a los espectadores de los Goya» con una de las galas más valoradas por la prensa y en redes sociales de los últimos años.
Uno de los años más difíciles fue la última ceremonia de los premios Goya celebrada en Málaga y conducida por Antonio Banderas y María Casado. Fue la primera entrega de premios que se realizó vía facetime, sin la presencia física de los nominados debido a las consecuencias de la pandemia. Tanto el actor como la presentadora tenían un reto muy complicado que supuso un gran trabajo extra que fue reconocido por los espectadores.
María Casado junto Antonio Banderas en la 35 edición de los Premios Goya / GTRES