Noches en prisión y cenas de lujo: la excéntrica vida de Carlo Costanzia
Carlo Costanzia fue condenado por la justicia por un delito de estafa continuado por la venta de coches de lujo
Ha pasado una semana desde que salió a la luz el romance entre la nieta de María Teresa Campos y el hijo de Mar Flores
Nueva pareja sorpresa. Alejandra Rubio, de 23 años y Carlo Costanzia (31) se han convertido en dos de los personajes más perseguidos de la crónica social de nuestro país tras salir a la luz una imágenes en las que aparecían de lo más cómplices y acaramelados. Aunque ambas partes no han puesto etiqueta a su romance, lo cierto es que parece que se están dando una oportunidad en el amor, ya que han vuelto a ser vistos haciendo un plan romántico en Madrid.
Una romántica cena
La nieta de María Teresa Campos y el hijo de Mar Flores continúan inmersos en su idilio y han decidido disfrutar de la cocina asiática en un exclusivo restaurante de la capital. Bien entrada la noche del miércoles 21 de febrero, Carlo y Alejandra se reencontraron en 99 Sushi Bar, donde pudieron degustar platos de lo más exquisitos mientras se van conociendo en medio del tsunami mediático que ha generado la noticia de son algo más que amigos.
Al salir del local optaron por la misma fórmula por la que han apostado hasta ahora, y evitaron hacer declaraciones a los medios de comunicación que esperaban su salida. Muy discretos se dirigieron hasta el vehículo privado que les esperaba en las inmediaciones del restaurante. Se trata de una nueva cita que indicaría que lo suyo va viento en popa.
La situación personal de Carlo Costanzia
Al margen de su nuevo romance, Carlo Costanzia atraviesa una situación particular y, es que el pasado mes de junio se conoció que el actor había sido condenado a 21 meses de prisión por un delito de estafa continuado. Tras la sentencia, el hijo de Mar Flores cumple condena en el centro de inserción social Josefina Aldecoa, perteneciente al complejo penitenciario de Navalcarnero, en Madrid. Pero, ¿cuál es su día a día? Lo cierto es que Costanzia duerme en prisión. Su situación legal tras la condena le obliga a tener que pernoctar en un CIS, que es un establecimiento penitenciario para usuarios que cumplen sus penas en régimen abierto. Asimismo no duerme en una celda, sino en una habitación.
Según explican a Semana desde el propio centro, sus usuarios hacen vida normal y solamente acuden al centro para dormir por la noche. «Las personas que tienen el tercer grado solamente vienen a dormir», detallan. Esta condición la tienen aquellas personas que han sido penados con una condena leve o que han tenido un buen comportamiento y han conseguido rebajar su condena. Cabe destacar que, inicialmente Carlo se enfrentaba a una petición de 9 años por parte de la fiscalía, pero la condena se redujo considerablemente a 21 meses tras llegar a un acuerdo con las partes implicadas.
Carlo sale por la mañana, pero está obligado a regresar por la noche. Esto significa que durante el resto de horas del día pude hacer vida normal, acudir a eventos al trabajo o, quedar con Alejandra Rubio, la que es su nueva ilusión. Esta rutina no se vería afectada si no fuera por la pulsera telemática que lleva en el tobillo para que controlen todos sus movimientos a través de un GPS.