La monarquía inglesa, sin la princesa Diana, 26 años después

El 31 de agosto de 1997, Diana de Gales fallecía a los 36 años de edad víctima de un accidente automovilístico ocurrido en el Puente del Alma de París. Su marcha inesperada dejó a todo un país consternado y roto de dolor, a la vez que a dos hijos desolados con tan solo 15 y 12 años. A pesar de que en 1996 perdió su distintivo de alteza real al divorciarse del Príncipe Carlos, la obsesión mediática por la joven que había conseguido robarle el corazón al hijo de la Reina Isabel II no cesó y, de hecho, a día de hoy, sigue siendo una de las figuras de la corona inglesa más recordadas de la historia.

Han pasado 26 años desde aquel fatídico accidente y nada es lo que era en las relaciones familiares que la princesa dejó asentadas. Los príncipes Harry y William se han ido distanciando con el paso del tiempo, pero sin duda, la publicación de las memorias del hijo menor del Rey acabó de determinar el distanciamiento entre los hermanos. Las páginas de Spare han sacado a la luz los entresijos que siempre han estado ocultos entre las paredes de palacio, causando ciertos estragos en el ámbito familia de los Windsor.

Sin embargo, mucho antes de que llegara a las librerías la obra mencionada, los dos hermanos ya mostraban ante las cámaras ciertas discrepancias, siempre desde los hilos más discretos posibles. Sin ir más lejos, hace un año, cuando se celebraba el 25 aniversario de la muerte de su madre, los príncipes decidieron no unirse para homenajear a Diana de Gales. Prefirieron terminar con las conmemoraciones públicas que suponían su reencuentro para recordar a su madre desde la más absoluta intimidad en una fecha tan señalada.

La decisión del Príncipe Harry de desvincularse por completo de todo lo relacionado con la realeza inglesa también fue uno de los detonantes que terminó con sus relaciones familiares. No obstante, este 2023 ha quedado marcado para la historia por la coronación del Rey Carlos III tras la muerte de la monarca. Una celebración que volvió a reunir a los Windsor y donde quedó muy bien reflejado la situación en cuanto a los lazos familiares se refiere. El príncipe Harry acudió en solitario y sin la compañía de su esposa, Meghan Markle y se sentó en la tercera fila de la Iglesia entre el maarido de la Princesa Eugenia, Jack Brooksbank y la Princesa Alexandra.

Por su parte, el Rey Carlos III ha conseguido por fin alzarse con el trono tras más de seis décadas apodado como el «eterno heredero». Consiguió rehacer su vida sentimental junto a Camilla Parker, la mujer con la que supuestamente fue infiel a Diana de Gales y con la que, años después, ha conseguido alzarse con el trono inglés.

A pesar de todos estos cambios, siguiendo las palabras que mencionó el príncipe Harry en referencia al 25º aniversario de la muerte de su madre, «nunca será olvidada» y es que incluso en días tan importantes como la coronación del Rey Carlos III fue protagonista colateral de la celebración histórica.