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Giro de los acontecimientos en el clan Pombo. Pese a que a priori parecía que María Pombo y Pablo Castellano estaban disfrutando de una vida completamente feliz desde su nuevo hogar, algún motivo podría haber hecho que se plantearan cambiar de domicilio. Así lo han desvelado desde Socialité, donde han asegurado que la influencer y su marido habrían puesto en venta su morada por un precio no apto para cualquier bolsillo.
Fue hace tan solo 17 meses cuando la hermana pequeña de las Pombo y su marido decidieron estrenar una casa en la zona residencial de El Bosque (Madrid) que inmediatamente se convirtió en la “envidia” de Instagram. A través de un house tour, María hizo un recorrido por todas las habitaciones de su hogar de 200 metros cuadrados, a las cuales no les faltaba ni un solo detalle: dos pisos, jardín con minipiscina, y cómo no, un vestidor con su propio tocador y lavamanos al más puro estilo Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York. Sin duda, un enclave con estilo rústico y boho chic que cobraba aún más especialidad teniendo en cuenta que fue creado a medida por el Grupo Archarray, propiedad de Pablo Castellano, de su hermano Jacobo y de Patricia Pombo, prima de la empresaria.
Según han desvelado desde el programa dirigido por María Patiño, este chalet de ensueño estaría a punto de pasar a formar parte de las arcas de otros compradores, ya que la creadora de Name the Brand y su esposo la habrían puesto en venta por 1.380.000 euros. Una cantidad verdaderamente elevada, aunque teniendo en cuenta que se trata de una casa creada para que una familia pueda vivir con total comodidad, tal vez a los interesados en adquirirla les parezca todo un regalo.
Aunque hace un año y medio escaso era la propia María quien enseñaba con orgullo a sus 2 millones de seguidores en Instagram el resultado de su nidito de amor, parece haber cambiado de opinión y querer mudarse más pronto que tarde. Pero, ¿qué le habría llevado a tomar esta decisión? Teniendo en cuenta que el pequeño Martín se está haciendo mayor, tal vez esté rondando por la cabeza de la influencer ampliar la familia en un futuro no muy lejano. Esto haría que su actual hogar quizás se quedara un poco pequeño si en algún momento Pablo y su esposa quieren formar una familia numerosa, aunque lo cierto es que el chalet es muy amplio.
También cabe la posibilidad de que María y Pablo estén pensando en trasladar su residencia habitual. Pese a que es evidente que gran parte del trabajo de la influencer y el empresario está localizado en la capital, nadie duda de que ambos sienten gran predilección por Cantabria. Sus parajes naturales y su ambiente tranquilo han hecho que se convierta en uno de sus destinos favoritos, al que no dudan en acudir de vacaciones siempre y cuando sus agendas se lo permiten. ¿Querrán asentarse allí para siempre?