Lorena Gómez habla sobre la toxicidad en el amor: "Hay relaciones que es mejor apartarlas"
Lorena Gómez se ha dado cita con LOOK en el Teatro EDP
El próximo 30 de septiembre estrena 'Rincones: El amor, ¿merece la pena?'
La artista se ha sincerado sobre su actual vida personal y deja la puerta abierta a un segundo hijo
¿El amor merece la pena? Lorena Gómez lo tiene claro. La ex concursante de Operación Triunfo -el talent musical que ganó cuando apenas había cumplido la mayoría de edad y que supuso su salto a la fama- podría definirse como Mocatriz. Canta. De hecho, lleva haciéndolo toda su vida y, ahora, se estrena como actriz de teatro -ya que también hizo inmersión en la pequeña pantalla en un proyecto que compartió con el «guapísimo» William Levy-. Sin embargo, la intérprete es mucho más -aunque su asignatura pendiente son las pasarelas-. También es madre, mujer y «folclórica».
Lorena no se cansa. A pesar de tener una vida estable en lo personal al lado de René Ramos -con el que tiene un hijo pequeño-, lo cierto es que tiene un espíritu de trabajo insaciable. Solo cuando está encima de un escenario es cien por cien feliz, tal y como ha desvelado a este medio, con el que se ha citado en el Teatro EDP, que muy pronto será testigo del estreno de su monólogo: Rincones.
«Vuelvo a la vida»
Aunque las redes sociales demuestren lo contrario, la vida de Lorena Gómez «ha sido siempre de constante lucha, sacrificio y disciplina». La artista se dio a conocer, con tan solo 19 años, en el programa musical más grande de la televisión: Operación Triunfo. Lo cierto es que, a pesar de la exposición que tuvo entonces, Gómez ha tenido que alejarse de lo que la da vida -la música- en varias ocasiones «por estar encerrada en sí misma».
Lo hizo para coger aire con la esperanza de que, un día, le llegaría un golpe de suerte para demostrar(se) lo lejos que puede llegar. «Creo que estoy en uno de los mejores momentos de mi vida. Siempre estoy maquinando qué hacer. Mantenerse es lo más complicado porque siempre estás pensando cómo seguir… Pero no por la gente, sino por una misma. Yo, por ejemplo, necesito mi trabajo para vivir, porque es lo que hace sentirme llena y plena», explica a LOOK en un encuentro entre butacas.
Desde hace 20 años que su nombre ha copado numerosos titulares. Sin embargo, la experiencia le ha enseñado a que no debe hacer caso a lo que los demás digan. Un consejo que le daría a su niña interior: «Soy una persona que se ha movido mucho por el corazón y por la pasión. Entonces le diría que tuviera un poco de cuidado porque, a veces, hay gente que se encarga de apagarte. Le diría que no hiciera caso a lo que le digan, sobre todo a esa voz interior que trata de sabotearte. Que se diera cuenta en quién confiar y en quién no, darte cuenta de que por ahí no es. Pero también le diría que estoy muy orgullosa de todo lo que ha vivido y todo lo que ha sabido llevar hacia adelante».
Rincones: El amor, ¿merece la pena?
Más empoderada que nunca, Lorena se sube al escenario de un teatro por primera vez. Lo hace para retarse a sí misma a través de un monólogo en el que cualquiera se puede sentir identificado: «Creo que es el reto más grande de mi carrera, porque es algo que no dominada. Pero mi gente y mi psicóloga me ayudó a tomar la decisión de aceptar y confiar en mí, aunque me ha costado muchísimo. He tenido muchos sentimientos a la vez, desde inseguridad hasta miedo o alegría, todo a la vez. Creo que el público puede sentirse identificado».
Dentro de muy poco Lorena tendrá un jurado de 3.000 personas que, cada miércoles hasta finales de año podrán disfrutar de su monólogo. La artista está deseando ver a sus allegados y familiares en el patio de butacas y, sobre todo, a su íntima y mayor crítica, Carmen Morales: «Hay una persona que me hace mucha ilusión porque aparte la quiero mucho, que se llama Carmen, Carmen Morales que ella es actriz, que es la hija de Rocío Dúrcal, que aparte yo a su madre vamos, o sea la admiro, la sigo admirando porque para mí sigue existiendo su música, su legado. Todos estos días me ha estado dando muchísima, muchísima fuerza, porque claro, ella como actriz me da sus consejos y de verdad que la quiero un montón. Siempre digo que es como una hermanita, ¿sabes? que me ha estado ahí vigilando y cuidando desde el inicio, desde que le dije que empezaba a hacer teatro. Ella me dio la bienvenida a esta preciosidad de mundo, pero también duro y sacrificado».
El amor es el hilo conductor de Rincones y también de la vida de Lorena que, afortunadamente, ha experimentado muchos tipos de relaciones que le han llevado a encontrar a la persona con la que quiere pasar el resto de su vida, René Ramos: «Ahora, hay tipos de amor que a veces hay que alejarlos de tu vida. Y en este caso, merece la pena sufrirlo y vivirlo para darte cuenta de lo que realmente merece la pena al final. Cuando echas la vista atrás y cuando pasa el tiempo, te das cuenta de cómo pude estar yo metida en esa relación que me hacía tanto daño al final. Pero bueno, yo siempre digo que las relaciones espejo tienen que vivirse. Por lo menos una vez en la vida y así darte cuenta que realmente por ahí no era».
Un posible embarazo
Desde hace más de un año que Lorena está inmersa en los ensayos de Rincones que, además, se suman a la grabación de su próximo EP. Sin embargo, la Mocatriz también es mamá de René Jr. -que, según la cantante, es una pequeña promesa de la música- con el que pasa menos tiempo del que le gustaría, aunque sabe que su pequeño está muy orgulloso de ella. «Todo esto es por y para él, que está feliz por su madre. Él me da esa luz. Mira, cuando estoy cantando que se queda así embobado… Se emociona mucho cuando me ve por la tele y de hecho se lo cuenta a sus amigos del colegio», dice sin poder contener la sonrisa.
En cuanto a la conciliación, la ex concursante de OT se siente muy afortunada de su trabajo le permite ser mucho más flexible: «Cuando son conciertos de día o eventos me lo llevo, puede estar en el camerino, como las antiguas folclóricas. Cuando no estoy con él, intento recuperar el tiempo en otros momentos».
Como cualquier niño a su edad -ya que tan solo tiene cinco años-, el pequeño René le pide a sus padres, casi a diario -además de una batería-, un hermanito: «Es el tema de cada día. De hecho, me toca la tripa constantemente y me pregunta cuando va a plantar papá la semillita. La verdad que me gustaría tener un segundo hijo, pero nunca encuentras el momento. Ahora se suma que tengo que venir al teatro. si llega, llega y ya está. No te puedes sentir culpable porque no llegue. Las cosas llegan cuando tienen que llegar. Obviamente cuando me lo pide tengo un poco de presión, pero bueno».