Un "Te quiero", una desilusión y una noche de pasión, ‘La Isla de las Tentaciones’ más revolucionada que nunca
Lola se convirtió en la protagonista de una noche convulsa que no ha dejado indiferente a nadie
La cosa está que arde en ‘La Isla de las Tentaciones 3’. Hogueras, fiestas, imágenes, y una luz de la tentación que no deja de sonar, incluso a horas intempestivas. Parejas, exparejas y tentadores siguen avanzando en el reality donde, en cada programa, hay un giro inesperado. Parecía que en Villa Montaña donde conviven las chicas, ya había dos parejas bien definidas, la formada por Isaac -Lobo- y Marina y la de Lola y Simone el italiano, pero mientras que la andaluza sigue avanzando aunque a su ritmo, la de León ha frenado en seco, dejando boquiabiertos a los fans del programa y al propio tentador. Su amor por su perro Horus por quien ha derramado lágrimas, y el que también siente por su chico le han hecho dejar de conocer al chico que le había hecho sentirse especial, como ella misma ha confesado en más de una ocasión.
Lola se convirtió en la protagonista de la noche en ‘La Isla de las Tentaciones’. Hubo hoguera y vio unas desagradables imágenes de su novio Diego que calaron hondo en ella. Su chico no la dejaba en buen lugar durante una charla con sus compañeros: «Menos mal que no tuve un hijo con ella. No tiene ni un duro, si vamos a tener un niño y nos separamos, luego me va a tocar pagarlo a mí todo. Así que a brindar por el destino, que estaba escrito», decía después de ver una vez más el feeling entre su novia y su tentador. Llorando ante sus compañeras, que permanecían incrédulas ante lo que acababan de escuchar, explicaba que ella es una mujer independiente, con su trabajo y que había estudiado además para trabajar en lo que le gusta. Y para rematar tenía que ver cómo Diego se besaba con Carla, la soltera que ha elegido.
Sandra Barneda presentaba en ‘La isla de las tentaciones’ a las chicas el collar del veto y, por unanimidad, decidían que sería precisamente Carla la encargada de llevarlo y así evitar que tuviera otra cita con Diego. Un toque de atención de Lola a su novio. A su llegada a la casa la actitud de la joven dio un cambio radical. Marcando distancias con Simone, llegó incluso a discutir con él, que no entendía ese giro de la chica a la que trataba de conquistar. Lola lo pasó mal y por la noche se desahogaba con Lucía explicando que se había dado cuenta de lo mucho que quiere a su novio, lo mucho que le echa de menos y lo poco que ha valorado lo que tenía con él. Unas imágenes que, en ese momento, el propio Diego veía en directo junto a la presentadora catalana, gracias a otra de las novedades de esta tercera edición.
Diego no podía evitar emocionarse. Veía a su chica llorando por él y se derrumbó ante una Sandra Barneda que también aguantaba las lágrimas al ver al leonés abriéndose en canal y exponer sus sentimientos. Las imágenes le dejaron tocado. Necesitaba ver a Lola para tomar una determinación. Pero todo se aclara tras consultarlo con la almohada y Diego así lo hizo. Lo que no se podía imaginar es que, mientras él asimilaba lo que estaba pasando, Lola protagonizaba ‘el primer trío’ del formato. Metida en la cama con Lucía y con Carlos, y mientras la primera trataba de dormir, la parejita comenzaba a jugar bajo las sábanas. Un momento ‘picante’ inesperado para todos.
«Te quiero», en ‘La isla de las tentaciones’
Lo de Marina e Isaac fue un flechazo desde que se vieron por primera vez en ‘La isla de las tentaciones’. No hubo duda. La química entre ellos fue tal que los cimientos de su relación con Jesús empezaron a tambalearse casi desde que llegaron a la isla. Cita tras cita, fiesta tras fiesta, charla tras charla, la pareja va afianzando lo suyo. Tanto que, aunque la sevillana dice que todo va a su ritmo, parece que lo que hay entre ellos avanza a pasos agigantados, hasta el punto que, tras una de las fiestas, a Isaac se le escapó un «te quiero».
«No te precipites», le respondía ella con una mirada cómplice que traspasaba la pantalla. Hasta ese momento había sido Marina la que había definido lo suyo como «puro fuego». Besos, tórridos momentos en la piscina a los que ella no podía «poner freno» y varias noches durmiendo juntos. Pero la novia de Jesús también ha hecho planes de futuro: «Me veo contigo cuatro años». ¿Seguirán avanzando?.