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El pasado miércoles, durante la tertulia de El Hormiguero, Juan del Val hizo unas declaraciones que se han convertido en objeto de polémica. Uno de los temas que se trató en el espacio fue la formación de los niños y adolescentes y los comentarios de algunos padres ante el fracaso escolar. En tono irónico y haciendo gala de su sentido del humor, el colaborador dijo: “cuando los niños suspenden y el padre dice que es superdotado. A lo mejor no”. Una afirmación que provocó las risas de sus compañeros, que parecían estar de acuerdo. «Es que ahora no hay ninguno que suspenda porque sea vago, es que tiene altas capacidades», recalcó. Unas palabras a las que no dudó en responder Cristina Pardo: «cuando yo suspendía, nunca escuché decir en mi casa que igual era porque era superdotada».
Un debate en tono de humor en el que incluso Tamara Falcó contó una anécdota de su primo y Pablo Motos habló de cuando los profesores ponían en las notas ‘muy deficiente’, o los colocaban en clase por orden de ‘listos’. «El ‘muy deficiente’ era mi nota más habitual. Entonces, de 37 en clase, yo estaba el número 36. Y yo no era ni superdotado ni nada”, contaba el marido de Nuria Roca. “Ahora es la excusa de que el niño es superdotado. Lo que tiene el niño es una alta capacidad para tocarse los…», sentenciaba el colaborador.
Una conversación en la que no faltó el tono irónico pero que, sin embargo, ha generado fuertes críticas en las redes sociales, donde se ha acusado al escritor de reírse de los niños con altas capacidades, a lo que él mismo no ha dudado en responder en dos posts en su cuenta de Instagram. El primero de ellos, hace cuatro días, con una imagen de él mismo cuando era un niño y una revelación sobre su infancia hasta ahora desconocida para la mayoría de las personas: «lamento el dolor de algunos padres, pero no puedo rectificar por haberme reído de unos niños, simplemente porque no lo he hecho. Ni con AACC ni de ninguna condición. Eso no lo haría jamás ni siquiera en un contexto de humor como es ‘El polémico’. Lo he dicho muchísimas veces: soy responsable de lo que digo, pero no de lo que se interpreta que digo», ha comenzado escribiendo el colaborador, que ha insistido en que en ningún momento su intención ha sido ironizar con los niños don altas capacidades. «Con lo que ironicé ayer no es con los niños de AACC, sino con los padres que dicen que sus hijos las tienen sin tenerlas. Es decir, todo lo contrario», ha recalcado.
El escritor ha aprovechado para compartir un episodio de su infancia del que solo tenían constancia en su círculo más íntimo: «aunque nadie me lo ha pedido, quiero compartir algo personal para los que no me seguís desde hace mucho, los más fieles ya lo saben. Fui un niño con un fracaso escolar estrepitoso a consecuencia de mi diferencia, también sin diagnosticar, y que el sistema educativo no entendió. Fui expulsado de ese sistema que siempre me colocó en la fila de los torpes, de los vagos, en definitiva, de ‘los malos’. Sé perfectamente de lo que hablo. He contado ya en bastantes ocasiones aquel sufrimiento, nada nuevo para los que me siguen desde hace tiempo», ha confesado, dejando claro, que entiende perfectamente a los niños que sufren algún tipo de condición que los diferencia del resto.
No ha sido esto lo único que ha dicho el escritor. Hace unas horas, Juan del Val compartía un nuevo post en el que volvía a insistir sobre el tema, después de conocerse que le han denunciado ante el defensor del menor de la Comunidad de Madrid y el Defensor del Pueblo por un posible delito de odio: «no me parece interesante llevarme lo ocurrido al plano personal. En el fondo da igual lo que haya sucedido realmente, lo que dije y el contexto en el que lo dije, el objetivo es construir una verdad a base de repetir una y mil veces que ‘se ha reído de niños que sufren’. ¿Quién puede defenderse de una acusación así?. Da igual la realidad, ese mensaje es el que tiene que calar. Y para que eso suceda nunca está demás la sobreactuación… Me han denunciado ante el defensor del menor de la Comunidad de Madrid y al Defensor del Pueblo argumentando un posible delito de odio. Se ha insistido en que yo he fomentado el bullying, alguien escribió que si pegaban a su hijo en el colegio yo tendría la culpa, y otros hablan de mi responsabilidad ante posibles suicidios de adolescentes. Tal cual. Se ha exigido una rectificación al programa, a la cadena y a mí, pidiendo mi despido. Y, como anécdota llamativa, -lo dejo en anécdota-, el responsable de Redes de El Hormiguero tuvo que cerrar una cuenta en la que alguien amenazaba con ‘volarme los sesos’», ha comenzado diciendo el escritor.
El marido de Nuria Roca ha querido dejar de lado la polémica y hacer una llamada de atención sobre lo que él considera que es el verdadero problema: el victimismo de la sociedad. «Lo importante es reflexionar sobre el peligro que supone construir una sociedad en la que el ofendido siempre tiene razón por el hecho de sentirse ofendido. Así pues, cuánto más se ofenda más indiscutibles serán sus argumentos. Una sociedad en la que el victimismo es un arma imbatible. Los ofendidos exigen una rectificación pública, acusándote de soberbio si no lo haces», ha asegurado.
No obstante, para el escritor, este tipo de conductas y la petición de una rectificación a veces sin argumentos, puede tener consecuencias fatales en el desarrollo de la sociedad: «esa rectificación no es algo tan inocente y tiene consecuencias, creo que todos nos jugamos mucho porque inevitablemente desembocará en auto censura. No digas nada incómodo, nada diferente, cuidado con ofender… Y, por supuesto, el ofendido, que para eso tiene razón, nunca tendrá bastante. Exigirá disculpas y si te disculpas exigirá tu despido y si te despiden, exigirán una denuncia y si te denuncian… ya veremos. Y mientras tanto, el escarnio en Redes: ignorante, mala persona, dañino, cruel… Y así va perdiendo terreno el pensamiento, así van avanzando los mediocres», ha escrito. Una reflexión a la que Nuria Roca ha sido una de las primeras en responder, con un discreto y contundente «bravo».