Joaquín Torres se despide de su peor año: problemas de salud, operaciones y tristes despedidas

Joaquín Torres no pasa por un buen momento, y es que en los últimos años se ha enfrentado a algunas de las perdidas más dolorosas de su vida. Comenzando por la de su madre, Joaquina, el año pasado, y siguiendo con la de su padre este mismo año. En su momento, el arquitecto le hizo una importante promesa, que no es otra que la de cuidar del patriarca hasta el final.

«No le faltó de nada, nos hemos turnado los hermanos para vivir con él», reflexionaba sobre cómo habían sido sus últimos días. «Yo le prometí a mi madre que cuidaría de él hasta el final y así he hecho. Mamá fue amorosa con todo el mundo, pero papá por su carácter y su ambición generó terribles antipatías. Era muy complicado, muy difícil», se sinceraba al respecto.

Joaquín Torres se enfrenta a su año más complicado

Lamentablemente, Juan Torres fallecía hace unos meses, a lo que le seguía otro gran mazazo personal: la repentina muerte de su cuñado. Un verdadero drama ante el que el arquitecto todavía intenta recuperarse, y que se suma a su doloroso divorcio y diversos problemas de salud.

«Ingresó con un dolor de estómago y doce días después falleció. No se pudo hacer nada. Y dejó a mi hermana viuda con 56 años y cinco hijos», ha detallado Torres respecto a este y durísimo golpe que ha recibido su familia. Y en medio de este trágico panorama, parece que otra de sus cuñadas también afronta un delicado proceso médico.

El divorcio con Raúl Prieto tras más de una década juntos tampoco ha sido fácil de sobrellevar, lo que él mismo calificó como un «palo muy grande». El arquitecto confesó que no había estado a la altura de la relación en ese momento, ya que necesitaba centrarse en su propia salud, y su expareja «no sabía cómo ayudarle».

De la muerte de sus padres, al divorcio o su bache de salud

Sin embargo, y pese a la ruptura, ambos han seguido apoyándose mutuamente. Algo que se hizo muy patente durante el velatorio de su padre, en el Tanatorio de Pozuelo de Alarcón, donde Prieto jugó un papel realmente clave.

En cuanto su salud, Joaquín Torres ha tenido que hacer frente a un doloroso proceso de recuperación tras un accidente de moto, que le provocaba fracturas de pelvis y antebrazo, una lesión pulmonar y necrosis de cadera. Y todo mientras se ha visto inmerso en una verdadera guerra por la herencia familiar.

Y es que acusaba a su hermano menor, Julio, de una gestión desleal del patrimonio. «Me pidió que llegara hasta el final, que recuperara su patrimonio entre sus hijos y que no permitiese que Julio se quedase con todo», desvelaba en Y ahora Sonsoles respecto al último deseo que de su madre antes de morir.

Una de las principales disputas giraría en torno a la casa que Joaquín diseñó como proyecto de fin de carrera, convertida en un verdadero símbolo familiar y de su trayectoria. «No hay ruina ni nada que se le parezca. Lo que hay es una familia absolutamente rota», se lamentaba hace poco en ABC. Él mismo reconoce que «cuando ya no puede pasar nada más, viene algo peor. Estoy agotado, pero aun así me siento afortunado», confiesa.

«He tenido siempre una vida muy fácil, pero me han venido muchas cosas juntas», asegura. De ahí, que ahora necesite priorizarse y centrarse en si mismo. «Quiero rodearme de amor no de odio y ahora tengo rabia, tengo que limpiarme el alma», declara dolido.