Exclusiva: descubrimos a la elegida de Isabel Pantoja como paño de lágrimas en su momento más amargo
Isabel Pantoja está noqueada por la profunda crisis que vive con su hijo Kiko Rivera. Aislada en la finca Cantora, sin contacto con ninguno de sus dos hijos, se apoya estos días en una persona ajena a la familia.
No se fía de nadie, prefiere no hablar y manejarse en terreno seguro. Enrocada en Cantora, Pantoja conecta el modo avión. Pendiente de la delicada salud de su madre, junto a ella, solo 3 personas intramuros: su hermano Agustín, la cuidadora de doña Ana y su nueva persona de confianza, una gran admiradora de la artista, la presidenta del club de fans de Valencia.
Desde la ciudad del Turia me llega el fin de semana de Todos los Santos que la presidenta del club de Fans “Así fue Valencia” ha viajado hasta Medina Sidonia para estar con Isabel en estos días de ansiedad y poco sueño, en plena crisis con su hijo. El grupo de seguidores se creó en el año 2000 por Angelina Tello y otras admiradoras, entre las que se incluía Maria Ángeles Moreno, según leo en su perfil de Instagram. Fue Isabel quien nombró a esta última la presidenta del nuevo club de fans. Elegida por ella, hoy es una de las persona que la acompañan en estos días duros de brutal enfrentamiento con su hijo. “Así fue Valencia” lleva veinte años viajando, siguiendo y alentando a la cantante por donde quiera que vaya y en sus momentos difíciles, también. Si en otros tiempos fue otra presidenta de otro club de fans, concretamente la de Madrid, según me explicaron en su momento, la elegida para entrar en Cantora y compartir la intimidad familiar de Isabel y los suyos, ahora María Ángeles es su nuevo hombro y paño de lágrimas.
Me resulta tan raro todo. Pantoja, destrozada anímicamente; me consta. Cuando hablé con ella, el martes siguiente a la emisión de Sábado Deluxe en la que Kiko aseguró sentirse” muy triste y en el subsuelo”, programa en el que tuvo el primer enfrentamiento público con su madre, ya estaba muy afectada. Hablaba entrecortada y, filtrando la sobreactuación natural de Pantoja, puedo decir que su voz era de madre herida. Ahora, tras la entrevista publicada por Lecturas en la que su hijo Kiko le cuenta a Mila Ximénez todo lo que reprocha y que se traduce, fundamentalmente, en falta de atención y afecto y en un ‘olvídate de mí’, amén de cuestionar si le perjudicó en el reparto de la herencia de su padre, el añorado diestro Francisco Rivera “Paquirri”, Isabel agoniza emocionalmente.
Aunque existe un perfil oficial del Club de fans ‘Así fue Valencia’, Ángeles Moreno tiene su propia cuenta en la que lejos de publicar ninguna referencia personal todo son publicaciones referidas a su admirada Isabel y a sus hijos, con los que parece tener buena relación. La última publicación de su perfil de Instagram fue sobre un sorteo de Kiko Rivera, el pasado 5 de octubre. Luego se acabó. La primera discusión fuerte entre madre hijo se produce el 2 de agosto, día del cumpleaños de la artista, según el propio Kiko ha detallado. Pero es en los primeros días de septiembre cuando la cosa comienza a empeorar. Isa Pantoja me confirmó días después que fue el 19 de septiembre la última vez que estuvo con su hermano en Cantora. Kiko estaba ya en crisis, con graves problemas económicos, sin trabajo y todo el día para desquiciarse por la situación difícil que arrastra desde que la pandemia cancelara sus últimas contrataciones.
Isabel Pantoja nunca pensó que se volvería contra ella públicamente de esta manera feroz en la que, sobre todo, la descalifica como madre. No han sido capaces de encontrarse, de verse para hablar. Será el gen Pantoja que les dificulta ir en busca el uno del otro. La madre al hijo, el hijo a la madre. ¿Importa el orden?
Hoy por hoy, y hasta dónde sé, los reproches aun no han concluido. Lo último, el coche de Kiko. Puesto a nombre de una sociedad que maneja Isabel, es el ultimo debe y haber que se arrojan a la cara. Kiko asegura que lo paga él, tras un acuerdo con su madre después de cobrar una exclusiva compartida, y la artista, o al menos, eso ha trascendido vía su abogada, que como es su sociedad la que se hace cargo de las cuotas, pues que ya no más; que, hasta aquí, que se cambie el número de cuenta, que no va a pagar ni una más.
No, este fuego cruzado no parece que vaya a cesar, al menos de momento. Isabel pasa los días junto a su hermano, su madre y el apoyo de esta fan incondicional presidenta del grupo de Valencia. Ser fan de alguien es a veces mucho más que seguir una carrera artística, forrar las carpetas del cole cuando eres joven con la foto de tu ídolo favorito, empapelar tu cuarto con sus posters o hacer cola para no perderte una actuación. El fenómeno fan, surgido en Estados Unidos en los años cincuenta, tiene en algunos seguidores una acepción diferente, mucho más extensa. Va más allá del fanatismo, del griterío en un concierto o en la emoción de conseguir un autógrafo, una prenda o una foto con la estrella. Si hay amigos que son familia, elegidos libremente para vivir tu día a día y los acontecimientos más importantes de tu vida, en el caso de Isabel Pantoja ocurre exactamente eso con algunos de su fans. La veterana artista ha ido haciendo familia con sus seguidoras más fieles en los últimos 30 años. Creo no equivocarme si nombro como primera en la lista a Dulce Delapiedra, la jovencita de Barcelona y que dejó a su familia para marcharse con Isabel. Pantoja le confió a su hijo Kiko, su pequeño del alma; luego, la crianza de Isabelita, la niña que adoptó en Perú y que amadrinó su mejor amiga de entonces, María del Monte, para completar su familia. Delapiedra, pieza clave en la vida de Isabel, ha compartido junto a la artista y con la madre momentos determinantes de su vida; era una más en casa. Después, sus graves diferencias, cuando el exalcalde de Marbella Julián Muñoz entró en la vida del artista a finales de 2002, y los problemas con su hija Isa, acabaron con su obligada salida de Cantora.
Pepi Valladares fue también mucho más que una interna en casa Pantoja. Se ocupaba de todo y vivió cada minuto lo que ocurrió en la polémica casa La Pera de Marbella, el chalé que compartió con Muñoz y cuya opaca compra despertó sospechas durante la instrucción del llamado caso Malaya. Teresa Pollo, ya fallecida, fue otra admiradora que se convirtió en pilar para Isabel. Ahora es Mariángeles. Con ella comparte estos días difíciles en Cantora. Look ha intentado contactar sin éxito con el club de fans de Valencia. Estaremos pendientes.