La Guardia Civil acude a Cantora para citar judicialmente a Isabel Pantoja
La Guardia Civil tuvo que personarse en Cantora para entregarle personalmente una citación judicial, tras las evasivas de la cantante a atender las notificaciones del Juzgado
Isabel Pantoja ha recuperado su vida a laboral, tras más de un año de inactividad al participar como jurado en el programa de talentos ‘Top Star’. Está muy guapa y parece que, recuperada, pero sus asuntos de familia y sobre todo, sus deudas, siguen siendo un desastre. Hace varias semanas, la Guardia Civil se personó en la finca Cantora para entregar personalmente a la artista la citación judicial de la demanda de conciliación que le interpuso una amiga personal de Sevilla, a quien debe 76.000 euros.
La cantante no atendió la citación anterior, fijada para el 16 de marzo pasado, por lo que fue imposible celebrar el acto de conciliación. El juzgado volvió a señalar fecha por segunda vez para el 27 de abril y, ante la negativa de la artista de atender la primera notificación, decidió enviar a dos agentes de la Guardia Civil a la finca Cantora, en Medina Sidonia (Cádiz), domicilio de la cantante desde hace más de 7 años, para entregársela en mano. La sorpresa de los agentes fue mayúscula cuando les dicen que la señora no está en casa y que se encuentra en Madrid trabajando. De nuevo, pincharon en hueso. Efectivamente, tras más de un año sin apenas salir de casa, Isabel Pantoja tomó un vuelo Jerez-Madrid el pasado 20 de abril, justo una semana antes de la citación. Por los pelos. Se trasladaba a la capital para incorporarse a las grabaciones de ‘Top Star’ y se instalaba temporalmente en un hotel madrileño. Los agentes de la Benemérita se fueron con las manos vacías. El Juzgado de Paz de Medina Sidonia comunicó, días después, al de Chiclana de la Frontera que la citación a la Sra. Pantoja Martin volvía a ser negativa.
No sé qué pensará la demandante cuando la vea cada viernes en ‘Top Star’. Se trata de Dolores, la octogenaria que, antes de jubilarse, regentaba un quiosco cercano al domicilio sevillano de los Rivera Pantoja y que con el paso de los años fue estrechando la relación con la familia, especialmente con Isabel. Esta amiga “de toda la vida” quien le ha ayudado en muchas ocasiones, ha cuidado de su hijos, Kiko e Isabelita, ha atendido a sus perros, le ha hecho mil recados y en los últimos años también se encargó de cuidar la tumba de su marido, le prestó todo el dinero que tenía cuando Isabel iba a entrar en la cárcel. Fue en el 2014 y en dos pagos diferentes. Primero le transfirió 76.000 euros y, poco antes del ingreso de la artista en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaira, 10.000 euros más. “Un dinero ahorrado día a día durante mas de 40 años de trabajo sin apenas descanso y hasta las tantas de la noche”, me explica un amigo de Dolores. La octogenaria pasa por una situación delicada. Su marido falleció y recientemente su hermano, con quien vivía. Se ha quedado sola, su salud es delicada y tiene problemas de movilidad. “Necesita ese dinero porque ella no puede ya casi moverse y podría pagar a una persona que le ayudara. Isabel Pantoja no se lo devuelve y ya son 7 años de espera”.
Dolores interpuso el 30 de diciembre pasado una demanda de conciliación en la que reclama a la artista se avenga a reconocer la deuda de 76.000 euros y proceda a su inmediata devolución. Prefiere intentar conciliar antes de demandarla. Sigue teniendo mucho cariño a Pantoja, pero no puede esperar más. “Lo necesita y, además, es suyo”, me explica preocupado su amigo. La cantante le devolvió 10.000 euros a falta de reintegrarle los 76.000 restantes. Las promesas se fueron repitiendo hasta que dejaron de confiar cuando al ver que firmaba un contrato millonario y se convertía en la concursante estrella de la edición de 2019 del reality ‘Supervivientes’, Isabel seguía sin devolver ni una chica más. La octogenaria está desesperada y su situación es insostenible. No puede entender cómo le ha traicionado así. Hace tiempo que no le coge el teléfono, nadie la atiende en Cantora y ni rastro del dinero.
Llegará un tercer señalamiento y para entonces ya habrán terminado las grabaciones, pero me temo que no es solo cuestión de tiempo, sino de actitud. La cantante es absolutamente conocedora de la situación, no solo porque sabe quién le prestó el dinero sino porque su abogada inició alguna conversación nada más saber que la reclamación judicial había comenzado con un acto de conciliación. Llamadas estériles. No; no parece que sea cuestión de tiempo sino de actitud. Muy poco de una top star.