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Isabel Pantoja, encerrada en ‘La Finca’, pero con nuevos planes a la vista

Mientras Isabel se recluye en su nueva vida en Madrid, Isa Pantoja saca los trapos sucios en los platós

Pantoja está centrada en retomar su carrera profesional y llevar adelante nuevos proyectos

  • Rosa Torres
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Isabel Pantoja ha dado un paso definitivo para distanciarse de su pasado y de las polémicas familiares que la han perseguido durante años. Después de décadas en Cantora, ha dejado atrás la emblemática finca para mudarse a la lujosa urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alarcón, Madrid, un cambio que parece simbolizar una nueva etapa. Según lo informado por Almudena Pozo en el programa Fiesta, Isabel se ha instalado en esta exclusiva zona junto a su hermano Agustín, quien ha sido su confidente y apoyo más cercano en los últimos tiempos. En su nueva residencia, llevan una vida extremadamente reservada, sin servicio doméstico y, prácticamente, sin contacto con el mundo exterior. Apenas se les ha visto salir de casa, lo que alimenta la imagen de una tonadillera que ha optado por un estilo de vida mucho más discreto y recluso.

Esta decisión no solo implica un cambio de residencia, sino también un corte simbólico con su familia, pues la cantante se mantiene distanciada de sus hijos, Isa Pantoja y Kiko Rivera, con quienes no mantiene contacto desde hace tiempo. Su relación con Isa, especialmente, ha estado marcada por numerosos altibajos y tensiones, que se han convertido en el centro de los programas de entretenimiento. Sin embargo, la cantante ha elegido el silencio frente a las revelaciones de su hija y otros allegados, concentrándose en esta nueva etapa de su vida en la capital.

Isabel Pantoja en Jerez de la Frontera antes de un concierto. (Foto: Gtres)

Isabel, a pesar de las controversias familiares, sigue adelante con su carrera musical. Ya tiene programado un concierto en Tarragona para el próximo 30 de noviembre y se espera que esta presentación sea el primer paso de una gira más amplia, tanto en España como en América. Este regreso a los escenarios marcaría una nueva etapa profesional en la que busca reconectar con sus seguidores y, posiblemente, alcanzar nuevos públicos. Además, está en proceso de firmar un acuerdo para la realización de un documental sobre su vida y trayectoria, un proyecto que promete ofrecer una visión personal e inédita de la figura de la tonadillera, abordando tanto sus éxitos musicales como sus dificultades personales. Este documental se perfila como un intento por contar su historia desde su propia perspectiva y, de alguna manera, reconciliar su figura pública con la realidad que ha vivido detrás de cámaras.

Isabel aparece en un coche junto a su hermano Agustín Pantoja. (Foto: Gtres)

Mientras tanto, Cantora, la finca que fue el centro de su vida familiar durante décadas, permanece cerrada. Aunque ha sido escenario de muchas historias y conflictos, hoy se encuentra deshabitada, con medidas de seguridad que aseguran que nadie pueda acceder a la propiedad, tal y como ha detallado Almudena.

Por otro lado, su hija Isa Pantoja ha optado por un camino completamente opuesto, exponiendo detalles íntimos y dolorosos de su relación familiar en entrevistas recientes. En su aparición en el programa ¡De viernes!, Isa relató con notable sinceridad cómo, en su adolescencia, su familia la obligó a acudir al ginecólogo para comprobar su virginidad, un episodio que describió como “muy traumático” y que, según sus palabras, aún le pesa emocionalmente. Isa explicó que fue su tío Agustín, quien compartía pared con ella en Cantora, quien alertó a Isabel sobre sus largas conversaciones nocturnas con su primer novio, desencadenando esta drástica medida por parte de su madre. La experiencia, según Isa, fue devastadora y sigue siendo uno de los momentos más oscuros de su vida, que ahora no duda en compartir públicamente.

Isabel Pantoja, su hija y su entonces pareja Diego Gómez supervisando las obras del restaurante «La Cantora». (Foto: Gtres)

A las declaraciones de Isa se suman las palabras de Dulce Delapiedra, quien fuera su niñera y una figura de apoyo cercana durante su infancia. Ella ha recordado episodios en los que Isabel y su familia ejercieron un control opresivo sobre Isa, hasta el punto de cortarle el cabello para impedir que saliera de casa y limitando su vida social. “Fue brutal, y nadie hizo nada”, declaró Dulce con evidente dolor, añadiendo que incluso fue apartada por la familia cuando intentó intervenir para proteger a la joven Isa.

A estas tensiones familiares se añaden también las palabras de Alejandro Albalá, expareja de Isa, quien ha descrito su experiencia dentro de la familia Pantoja como complicada y dolorosa. Albalá relató haber vivido momentos “duros y complicados”, señalando que convivir con la familia de Isa le hizo ver un entorno “desestructurado”. “Vengo de una familia completamente normal, y al convivir con ellos te das cuenta de que eso es una familia de locos», comentó, resaltando el clima de desconfianza y control que él mismo presenció de cerca.

Dulce Delapiedra, Isabel Pantoja y su hija, Isa. (Foto: Gtres)

En definitiva, el contraste entre la nueva vida de Isabel Pantoja, resguardada en La Finca y centrada en sus proyectos profesionales, y el torbellino emocional y familiar que Isa sigue exponiendo en televisión, muestra la dualidad en la vida de la tonadillera y su familia. Mientras Isabel intenta dejar atrás un pasado lleno de conflictos en busca de una vida tranquila en la capital, su hija Isa continúa poniendo de manifiesto el lado más oscuro de su historia familiar, abriendo ante el público las heridas y traumas que aún parecen no haber sanado.

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