El inesperado gesto de Íñigo Onieva con la prensa tras meses huyendo de los focos
Iñigo Onieva está a punto de estrenar su faceta de empresario gastronómico con el restaurante 'Casa Salesas'
El madrileño tuvo un inesperado gesto con los reporteros encargados de seguir sus pasos en los últimos días
Iñigo Onieva se encuentra completamente inmerso en la inminente apertura de su nuevo proyecto profesional: el restaurante Casa Salesas. El establecimiento, que cuenta con José Luis López (alias El Turronero) como uno de sus socios principales, está ubicado en el cruce entre la calle Fernando VI y la calle Regueros y, en los últimos días, se ha convertido en el enclave en el que el marido de Tamara Falcó ha pasado la mayoría de las horas del día para poner todo a punto para la gran inauguración. Como era de esperar, los medios de comunicación están siguiendo los pasos del madrileño en estas claves jornadas y, para sorpresa de muchos, el yerno de Isabel Preysler tuvo el detalle de deleitar a todos ellos con unos aperitivos preparados desde sus cocinas.
Según ha podido saber LOOK, los reporteros estuvieron muchas horas intentado captar cualquier movimiento surgido alrededor del local, y aunque en ningún momento Iñigo Onieva salió del establecimiento, quien sí lo hizo fue el jefe de sala, el cual ofreció a todos los periodistas un sándwich de queso trufado que aseguran que estaba «muy bueno». Lo hizo de parte de todo el equipo, por lo que se convirtió en un inesperado gesto del madrileño, el cual, en los últimos meses, ha optado por mantenerse completamente alejado del foco mediático pese a haber contraído matrimonio con la marquesa de Griñón.
Horas más tarde, ya de madrugada, el madrileño salió por la puerta para dirigirse a casa después de una intensa jornada de trabajo y, como no podía ser de otra manera, antes de subirse a la moto, fue preguntado por los periodistas sobre cómo estaban transcurriendo todos los preparativos. Iñigo hizo gala del blindaje por el que ha optado en los últimos meses, pero cuando recibió los agradecimientos por parte de la prensa por la degustación que les había ofrecido contestó «que se alegraba mucho de que les hubiera gustado».
La llamativa actitud de Tamara Falcó
A lo largo de la larga jornada de trabajo que realizó Iñigo Onieva, y antes de que sucediera el citado episodio, Tamara Falcó visitó ilusionada el local que está a punto de abrir su marido. Lo hizo enfundada en un estilismo informal compuesto por una camisa de rayas, un pantalón vaquero y una gabardina de color beige. A su entrada, la hija de Isabel Preysler se mostró visiblemente sonriente ante los medios, pero, sin embargo, una vez dentro del restaurante, las imágenes trascendidas han dejado al descubierto el rostro serio que protagonizó la aristócrata. Un cambio de actitud que, sin duda, llama la atención al ser muy dispar al de su primera aparición.
Cabe destacar que Tamara, ni a su entrada ni a su salida, rompió su silencio, por lo que no desveló ningún detalle de la que será la gran inauguración del restaurante en el que debutará Iñigo Onieva como empresario gastronómico.