El impactante trauma con el que vive Boris Izaguirre a raíz de su participación en ‘El Hormiguero’
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Una nueva entrega de Los miedos de… en Cuatro llegaba a la pantalla durante la noche del pasado lunes. Tras haber sido Carlos Sobera el encargado de ponerse a prueba, en esta ocasión lo hacían Boris Izaguirre, Loles León y Melody, todos ellos con el único objetivo de vencer sus miedos enfrentándose directamente a ellos.
Pese a que nadie lo sabía, el primero de los tres tenía arsonfobia, es decir, miedo al fuego. Un temor que el colaborador adquirió a partir de una experiencia y que empeoró con una visita a la televisión: “Desde que vi El coloso en llamas siempre pensé que eso podía pasarme a mí. Una vez, paseando por Madrid, vi fuego y justo era el incendio de Windsor”, comenzaba explicando, para después aclarar que su terror fue in crescendo cuando acudió como invitado a El Hormiguero y un experimento fallido de Flipy le quemó el pelo. Una experiencia traumática para Boris que el programa quiso recordar con una sucesión de imágenes del momento, que tuvo lugar en 2007. Por su parte, una psicóloga hizo hincapié en que era totalmente normal que “muchas fobias y miedos aparecieran por películas”, siendo el olfato el sentido que más detecta estos peligros cuando están cerca.
Aprovechando la sinceridad de Izaguirre, los encargados del espacio televisivo le llevaron a una peluquería en la que quemaron el pelo a una clienta. El olor a calcinado fue el que hizo que Boris sintiera que no podía más con la prueba, hasta el punto de querer abandonar el lugar de inmediato y pedir que se cancelara. Con ayuda de los allí presentes, el venezolano pudo continuar con el reto e incluso cortarse el pelo en el negocio: “La experiencia ha sido liberadora. Cuando está el fuego cerca me paralizo, pero he podido responder”, comentaba el protagonista, visiblemente orgulloso.
Pero los retos de la noche no quedaron ahí, y el periodista tuvo que acompañar al cuerpo de bomberos a un simulacro de incendio incluso en el que, supuestamente, un hombre estaba siendo devorado por las llamas. Un escenario que, como era de esperar, no gustó en absoluto al invitado, que con los nervios propios de la situación, no pudo ni coger uno de los extintores que tenía cerca: “Me daba miedo quedarme ciego, me afectaba a la visión (…) Si sabes enfrentarlo, siguiendo un protocolo, se puede. He vencido un miedo, pero he aprendido a enfrentarme a algo”, sentenciaba, dejando ver que estaba muy contento por haber dado comienzo a una nueva etapa de su vida en la que espera que el fuego no sea un hándicap.
De esta manera, Boris ha plantado cara a un miedo tan solo dos meses después de haber tenido que pasar por quirófano para enfrentarse nada más y nada menos que a un problema cardiovascular grave. En la operación en cuestión, al escritor tuvieron que extirparle la placa de las arterias carótidas, para así eliminar todas las obstrucciones que hubiera podido tener en esos vasos sanguíneos y que impedían su correcto y normal funcionamiento. Ahora, disfruta de una vida completamente normal y sin miedos.