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Cambio radical

Instagram vs. realidad : la cara ‘b’ de Georgina Rodríguez

  • Elena Boluda
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Georgina Rodríguez se ha convertido en una de las celebridades del momento. Lejos ha quedado ya su pasado como dependienta en una firma de lujo (del que tanto presume a día de hoy) para ser a día de hoy una influencer de éxito que ha podido contar con su propio documental de Netflix, algo que no todo el mundo puede decir. Su nombre comenzó a sonar con fuerza tras salir a la luz su historia de amor con Cristiano Ronaldo, el mayor goleador del mundo. Y, desde entonces, su vida ha estado protagonizada por el lujo y las redes sociales.

En su perfil de Instagram, su principal fuente de ingresos, roza ya los 50 millones de seguidores. Una cifra que, aunque no es comparable con la de Kim Kardashian, sí que duplica a la de Chiara Ferragni, considerada como la pionera en el universo 2.0. Georgina se dedica a compartir algunos detalles de su vida más personal, a exponer a sus hijos y, sobre todo, a hacer campañas publicitarias con marcas que la mayoría de mortales nunca podrán probar. Su imagen es reclamo para los eventos más TOPs del panorama internacional, es habitual verla en Cannes y sus contratos (gestionados por su manager) son millonarios. La novia de Cristiano Ronaldo no publicita una firma low cost de maquillaje, la novia de Cristiano Ronaldo se convierte en la imagen de Elisabetta Franchi.

Gio -como ‘Las Queridas’ se dirigen a ella de forma cariñosa- se ha ganado el cariño de la gente con su relato en la segunda temporada de Netflix, donde cuenta desde su día a día hasta la pérdida de su hijo. Sin embargo, no se trata de una influencer cercana, que interactúa con sus seguidores, que responde comentarios, que comparte detalles que le llegan, que abre sus mensajes directos. Nada más lejos de la realidad. Su perfil sigue los patrones de una auténtica estrella rodeada de dinero que habla en la pequeña pantalla de la vida tan complicada a la que ha tenido que hacer frente hasta llegar donde está. No obstante, una de sus estrategias de marketing es acercase a su público compartiendo aspectos personales de su vida que no está en la obligación de compartir.

Así, Rodríguez no duda en publicar los cumpleaños de sus hijos, algunas (aunque escasas) declaraciones de amor hacia el astro portugués y, como ha hecho en la última ocasión, un día muy especial para su hermana Ivana: su graduación. La influencer ha querido abrir su corazón con sus followers para expresar lo orgullosa que está de su hermana, que ha conseguido todo aquello que se ha propuesto: «Tus comienzos en Madrid, tu material de estudios pagado a plazos, tus interminables días de trabajo, de universidad y las mil horas de metro, en el que de él hacías tu lugar de estudio y tu comedor. Ha sido un camino muy largo, en el que hemos vivido nuestros peores y mejores momentos de nuestra vida».

Georgina Rodríguez en Madrid / Gtres

Sin embargo, esa Georgina Rodríguez sensible, cercana y cariñosa nada tiene que ver con la Georgina que era fotografiada en Madrid. Una Georgina molesta con la prensa que tan solo realizaba su trabajo, sacando su peor cara, la que nunca ha mostrado en la red. «No tenéis vergüenza ninguna», decía enfadada a las cámaras mientras los reporteros le preguntaban por su apoyo hacia su hermana en un día tan especial. La cara B de una estrella detrás de las redes sociales.

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