Las explosivas imágenes de Marilyn Monroe que la convirtieron en un icono sexual

Marilyn Monroe, nacida Norma Jeane Mortenson, emergió como un icono sexual en una era de transformaciones culturales y sociales en Estados Unidos. Su travesía hacia el estrellato comenzó en los estudios de Hollywood, donde su belleza y carisma naturales la hicieron destacar entre una multitud de aspirantes. Con su cabello rubio platinado, labios rojos y figura voluptuosa, Monroe se convirtió rápidamente en el epítome del glamour y el atractivo sexual de la década de 1950.

Sin embargo, no fue solo su apariencia lo que la convirtió en un símbolo sexual; fue su habilidad para proyectar una personalidad pública que combinaba vulnerabilidad, coquetería y sensualidad. Su voz suave y susurrante y su comportamiento coqueto se convirtieron en su marca registrada, encantando tanto a hombres como a mujeres. Este personaje cuidadosamente construido de la «rubia tonta» escondía una inteligencia aguda y un profundo entendimiento de la dinámica del poder en Hollywood.

La famosa sesión de fotos para Playboy en 1953, donde apareció desnuda, marcó un punto culminante en su carrera y solidificó su estatus como objeto de deseo. Estas imágenes causaron un gran impacto en la sociedad conservadora de la época, desafiando las normas y tabúes sobre la sexualidad femenina. Pero Monroe también fue un producto de su tiempo. La década de 1950 vio el inicio de una mayor liberación sexual y la emergencia de la cultura de celebridades. Ella se convirtió en la personificación de estos cambios, con los medios de comunicación presentándola constantemente como un símbolo de atractivo sexual. Sus apariciones en revistas, películas y eventos públicos mantenían a la audiencia fascinada y siempre queriendo más.

Murió el 5 de agosto de 1962. Desde entonces, han pasado 62 años hasta la fecha actual. La causa oficial de su muerte fue una sobredosis de barbitúricos, y se consideró un probable suicidio. Monroe fue encontrada muerta en su casa en Brentwood, Los Ángeles, por su psiquiatra, el Dr. Ralph Greenson. La noticia de su fallecimiento conmocionó al mundo y desde entonces ha sido objeto de numerosas especulaciones y teorías de conspiración, aunque la versión oficial sigue siendo que murió debido a una sobredosis intencional.

Sus imágenes siguen vivas en la memoria colectiva

En la primera imagen, Marilyn exhibe una sensualidad desafiante y segura. Su cabello platinado, perfectamente peinado en suaves rizos, enmarca un rostro que combina glamour y una pizca de rebeldía. Los labios de un tono púrpura brillante, cuidadosamente delineados, y su mirada intensa hacia la cámara, transmiten una mezcla de seducción y poder. Esta imagen captura la habilidad de Monroe para ser al mismo tiempo provocativa y sofisticada, una combinación que la hizo irresistible.

La segunda fotografía es una de las escenas más icónicas del cine, tomada de La tentación vive arriba. Aquí, Marilyn es la personificación de la coquetería y la diversión inocente. Vestida con un vestido blanco que vuela hacia arriba por el aire de una rejilla del metro, su risa y expresión juguetona capturan un momento de espontaneidad y alegría pura. La escena se ha convertido en un símbolo cultural, evocando tanto el glamour de Hollywood como la figura de Monroe como un icono del deseo.

En la tercera imagen, Marilyn posa con un suéter rosa ajustado que destaca su figura curvilínea. Su cabello, cuidadosamente ondulado, y su maquillaje impecable, con labios rojos y cejas definidas, resaltan su belleza clásica.

Como vemos, Marilyn solía adoptar posturas que resaltaban su figura curvilínea y sugerían una mezcla de inocencia y coquetería. Por ejemplo, poses con los labios ligeramente abiertos, miradas directas a la cámara o posiciones que destacaban su cintura y caderas.