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La agenda de Belén Esteban está que echa humo. Después de acudir a la boda de Anabel Pantoja aterrizó casi directa en el plató de Sálvame, con disgusto incluido, para este martes 5 por la mañana cumplir con el trabajo. Tenía fijada la presentación de dos nuevos productos de su marca Sabores de la Esteban. Una crema de verduras y unas patatas fritas que se suman al gazpacho y salmorejo. Radiante por este nuevo lanzamiento, la colaboradora de televisión redobla su apuesta por su línea gastronómica después de la polémica con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
La Esteban confiesa que en su cabeza solo estaba sacar un plato, pero que finalmente se decidió por otro. Cuenta la anécdota de cómo surgió: «Yo quería sacar las cremas, pero te voy a contar. Cuando pasó lo de las patatas, pues estábamos en casa con mi amigo Rubén y estábamos hablando el aperitivo. A ver, van a decir una cosa sana y otra cosa no sana. Bueno, vamos a ver, casi todo el mundo en este país una bolsa de patatas tiene por lo menos, y yo hablo por mí. La verdad que quería sacar una patata muy seleccionada y patata hecha en sartén». ¿Y cuál es el truco para que estén tan ricas: «No voy a decirlo, pero está cortada muy fina. Ya cuando abres la bolsa… he cogido la mejor fábrica para mí que hay que es Rubio, en un pueblecito de Murcia también que se llama Bullas y estamos muy contentos».
Especialmente dolida se muestra con la polémica suscitada después de que, el pasado mes de agosto, la OCU hiciera un ranking de gazpachos envasados y situase el de Belén Esteban en las posiciones más bajas. Le otorgaron 64 puntos sobre 100, lejos de la media de la competencia, unos 85. Un duro mazazo para sus aspiraciones profesionales. Ella encaja la pregunta con elegancia: «No voy a hablar de la OCU…», apunta.
La de San Blas está contenta con el resultado obtenido en su primera incursión como empresaria gastronómica: «Lo único que tengo que decir que estoy muy contenta porque yo sé lo que se ha vendido de gazpacho y salmorejo. Entonces si hubiera estado malo. Pero vamos, yo no voy a hablar. Yo respeto todas las opiniones, pero yo lo único que puedo decir es que estoy muy orgullosa de la pechuga de salmorejo y sobre todo, muy agradecida a la gente».
Sobre lo que Belén Esteban no ha querido hablar ha sido sobre la boda de Anabel Pantoja, ni sobre el enfado con su primo Kiko. En cambio, sí que se pronuncia sobre la polémica con la hija de Ainhoa Arteta, a quien acusó de traicionar a su madre: «No, yo se lo dije. Es una información mala. Dijo que se lo había contado a la niña, porque yo creo que la niña se tenía que mantener al margen y así fue pero quiero pedir disculpas». Al mismo tiempo desveló que su enfrentamiento con Toño Sanchís continúa en los juzgados.