Anna Ferrer destapa la enfermedad intestinal que padece
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Hace tan solo unas semanas salía a la luz el cambio drástico que Anna Ferrer había experimentado en el ámbito sentimental de su vida. Medio año después de haber puesto punto final a su relación con Ivan Martín, la hija de Paz Padilla volvía a abrir su corazón a un joven llamado Mario Cristóbal. Desde ese momento, la vida de la influencer dio un giro positivo de 180 grados que ahora se ha visto empañado por un inesperado varapalo.
Aunque la joven ha tenido problemas intestinales durante mucho tiempo, no ha sido hasta ahora cuando se ha sometido a un estudio de la microbiota que ha revelado que padece disbiosis intestinal, una alteración que puede provocar una serie de síntomas entre los que están la hinchazón abdominal, la diarrea, el estreñimiento, las digestiones pesadas o la tendencia a desarrollar alergias alimentarias. Es por ello que, teniendo en cuenta la gravedad del asunto, Anna ha hecho uso de sus redes sociales para hablar sobre cómo va a afrontar este bache: «No es la primera vez que me trato esto. He hecho dietas específicas, he tomado algún tipo de suplementación que me han mandado y es verdad que estoy mucho mejor, pero no bien del todo. Me quité el gluten y la lactosa, pero no estoy bien al 100%. Porque además de encontrarme mal, esto puede provocar enfermedades y mucho malestar a la larga», comienza explicando a través de su cuenta de Instagram.
Pero lejos de dejar ahí su testimonio, la creadora de contenido ha ido dando detalles sobre su experiencia para así acercarse aún más si cabe a sus más de 800 mil seguidores, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de ellos podrían estar sufriendo una situación muy similar a la suya y no saber sido aún diagnosticados ni aconsejados por un médico para recibir tratamiento: «Somos muchas las que tenemos problemas de este tipo. Náuseas, gastritis, inflamación… Te haces pruebas y no te dan una solución porque no saben de dónde viene y al final lo asumes como algo que te ha tocado y punto. Pero hay solución», zanjaba, dejando entrever que, para encontrarla, se ha tenido que realizar «todos los estudios y pruebas habidos y por haber».
Ahora que al fin conoce el motivo de su malestar, Ferrer ha podido saber cuáles son las consecuencias que le puede traer a largo plazo: «Lo último que sabía es que tengo disbiosis intestinal. Las bacterias intestinales cumplen su función y tienen que estar en su justa cantidad, las mías están descompensadas», lo que podría «provocar muchas cosas» como «enfermedades inflamatorias por mala absorción de vitaminas y minerales», además de «obesidad y diabetes» que podrían desembocar en «estrés, parásitos, hongos…». Y es que, por si fuera poco, también cuenta con «sobrecrecimiento bacteriano», por el que va a iniciar una dieta de regulación que espera que vaya dando los frutos deseados.