La impactante reacción de Agustín Pantoja al recibir los requerimientos notariales
El hermano de la tonadillera se ha convertido en el fiel defensor de la cantante ante las peticiones legales de los hijos mayores de 'Paquirri'
Agustín Pantoja es un hombre de carácter definido como ‘la sombra’ de Isabel Pantoja. Y las suyas son las reacciones más esperadas en toda la polémica que rodea al clan familiar desde que Kiko Rivera destapara la caja de Pandora hace ya más de un mes. Aunque hasta el momento sus deseos de permanecer en el anonimato del que disfruta estaban cumpliéndose, lo cierto es que hace una semana se conocía su intención de demandar a su sobrino en contra de la opinión de su hermana. Pero aún hay más. La periodista Paloma García-Pelayo ha contado en exclusiva en ‘El programa de Ana Rosa’ cuál ha sido su respuesta, tras ser el receptor de los requerimientos notariales enviados a la tonadillera por parte de los hermanos Rivera Ordoñez.
El hermano de la intérprete de ‘Marinero de luces’ ha sido el encargado de abrir los requerimientos enviados a través de la notaría de la localidad de Medina Sidonia, término municipal en el que está ubicada la Finca Cantora, enviados por Francisco y Cayetano Rivera tras conocerse que las pertenencias que debían de haber recibido como herencia de su padre, continúan en la casa. Según García-Pelayo, Agustín recoge los requerimientos de mano de la propia notaria, y lo hace «con cajas destempladas» describiendo su actitud como «nada cordial». Lo cierto es que los Pantoja conocen a la fedataria y llega incluso a pedirle explicaciones sobre su trabajo «en un tono no demasiado correcto». Según la opinión de la periodista «le molestaba que le pidieran unos trajes que, según él, han robado».
Esta respuesta de Agustín se conoce en un momento clave. Y es que han sido dos los requerimientos enviados a la artista para que haga entrega del legado de su marido a sus dos hijos mayores. Ha pasado una semana desde que expirase el plazo legal del primer requerimiento, para que Isabel moviera ficha y cerrara por fin este capítulo que lleva abierto desde la trágica muerte de ‘Paquirri’ hace ya más de treinta años. Pero su respuesta fue una rotunda negativa y, según publicaba la revista ‘¡Hola!’, para ello se basaba en un documento privado datado en 1987, que no recuerda haber firmado, remitiéndose a la escritura de partición donde no aparecen, por escrito, un listado de las pertenencias que se reclaman. De ahí que no acepte la petición hecha por los hijos mayores de su marido.
Tras esta negativa de Isabel Pantoja, Joaquín Moeckel, abogado de los hermanos Rivera Ordoñez, presentaba el lunes un segundo requerimiento en la misma línea que el anterior. En esta ocasión y como el propio letrado explicaba, se había corregido los defectos de forma del primer documento y, «para refrescar la memoria de la señora Pantoja» se ha incluido el escrito con la firma de la cantante, en el que se especificaba que los objetos de torear de ‘Paquirri’ serían para sus hijos. Y aunque los hermanos mayores de Kiko Rivera tienen la intención de llevar a cabo el proceso de buena fe, su abogado ha sido tajante y ha admitido que, en caso de que Isabel Pantoja no entregue los trastos de torear del diestro gaditano, interpondrá una demanda de petición de herencia por la vía civil. El plazo para que la artista conteste termina a las tres de la tarde de hoy.
Los hermanos Rivera dieron un paso adelante después de que su hermano Kiko iniciase públicamente la guerra que mantiene con Isabel Pantoja. En una de sus intervenciones televisivas confirmaba que el día del cumpleaños de madre, el pasado 2 de agosto, viera los objetos de su padre en una de las habitaciones de Cantora. Momento en el que descubrió ‘la gran mentira’ de Isabel Pantoja que hace años aseguró que habían sido robados, evitando así entregárselos a Francisco y Cayetano, que en aquel momento eran unos niños.
Pero estos requerimientos de los hijos mayores de su marido no son precisamente lo que más le preocupa en este momento a Isabel Pantoja. Paloma García-Pelayo ha explicado, además, que la tonadillera ha cambiado de abogado y se ha puesto en manos «de un reputadísimo letrado sevillano», de cara a las posibles medidas que pueda tomar su hijo. Está intranquila por si Kiko le reclama su parte de la venta de Cantora que se hizo en el año 92. Por eso está se está documentando porque, en caso de que el DJ de un paso adelante, tendrá que responder a dos cuestiones importantes: si solicitó la autorización judicial pertinente para llevar a cabo la venta de parte de la finca en nombre de su hijo menor de edad, y dónde está el dinero de esa venta, así como del montante procedente de las cuentas que ‘Paquirri’ tenía en América.
Madre e hijo llevan más de un mes sin hablar. Todo estalló cuando Kiko se sentó en ‘Sábado Deluxe’ y confesó que estaba atravesando una depresión. La llamada en directo de su madre no hizo más que abrir una brecha que dio paso a la polémica familiar que aún continúa.