La izquierda mediática se aferra a las mentiras del megaimputado Villarejo para defender a Iglesias

Una grabación de una conversación entre el comisario José Villarejo y el director de La Sexta, Antonio García Ferreras, en la que el comisario manifiesta sus dudas sobre la información publicada por OKDIARIO sobre el ingreso en 2014 de 272.325 dólares a una cuenta de Pablo Iglesias en un banco de las Islas Granadinas, ha originado que la izquierda mediática se aferre a las mentiras del megaimputado Villarejo para defender al ex secretario general de la formación morada.

Se está reproduciendo lo que ya sucedió en 2019, a raíz del caso Dina, cuando El País y otros medios afines a Podemos emprendieron una campaña mediática para arropar a Iglesias ante los exiguos resultados electorales que vaticinaban las encuestas. La ardua tarea de los periodistas de izquierda sirvió para amortiguar el descalabro de Podemos en las urnas.

Las cintas de Villarejo, otrora comisario denostado y calificado de embustero y de “cloaca” por Podemos, una vez más se ha convertido en el estandarte del partido morado para intentar desacreditar a OKDIARIO y salvar los muebles del aciago futuro electoral. El ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, su sucesora, Ione Belarra, y otros dirigentes morados han cargado contra el periodista de La Sexta Antonio García Ferreras tras publicarse los audios de sus conversaciones con el ex comisario José Manuel Villarejo en las que duda de la veracidad de una información sobre pagos a Iglesias en un paraíso fiscal de la que esa cadena se había hecho eco.

Los socios de Sánchez en el Gobierno han puesto en marcha a toda su brunete mediática, pero tantos los políticos como los periodistas han silenciado que hasta dos sentencias de los tribunales han reconocido con total pronunciamiento que la exclusiva de OKDIARIO sobre el pago por parte de la dictadura venezolana de 272.325 dólares a Pablo Iglesias en una cuenta a su nombre en el banco Euro Pacific del paraíso fiscal de Islas Granadinas fue “veraz”, “contrastada en fuentes policiales”, “alejada de una mera invención”, sujeta “al interés general” y ajustada a la doctrina del Tribunal Supremo.

También ocultan que las agendas de Villarejo constatan que el comisario mantuvo encuentros con Juan Carlos Monedero y con dirigentes de Izquierda Unida para intentar repatriar a España un dinero de Podemos en el extranjero, procedente de las arcas venezolanas. Así mismo, las mismas agendas, que forman parte del sumario de la operación Tándem, recogen las conversaciones de Villarejo e Iglesias para mantener un encuentro secreto
Los dirigentes podemitas y la izquierda mediática, a raíz de las grabaciones, se quejan ahora de que la Sexta dedicó un espacio a la información de OKDIARIO sobre la cuenta en el paraíso fiscal caribeño y que invitó a su director Eduardo Inda para que explicara el scoop periodístico. Así mismo, Pablo Iglesias, entonces secretario general de Podemos, participó en el programa calificando la información de «falsa».

Pablo Iglesias denuncia ahora, a través de Twitter, que García Ferreras admitía en sus conversaciones con Villarejo que la “noticia” -Iglesias entrecomilla este término- sobre su cuenta “era falsa”. Pero se queja de que Ferreras, aún así “igualmente la dio”. A su juicio, Ferreras “no debería volver a ejercer jamás como periodista”.

En fuentes políticas y periodísticas sorprende la reacción tan contundente de Iglesias porque si llegó a tener visibilidad como político y comunicador fue gracias a las oportunidades que le brindó Ferreras en sus programas de La Sexta.

Ahora, Iglesias se muestra muy crítico con el director de La Sexta: “Ferreras mantiene amistades poderosas y, de él, aún depende el futuro profesional de muchos periodistas y tertulianos y también las expectativas de muchos dirigentes políticos. Vamos a asistir a silencios atronadores y vergonzosos”.

En la misma línea se ha pronunciado Ione Belarra, actual ministra de Derechos Sociales, que acusa al periodista de haber difundido información falsa sobre Iglesias y Podemos “sabiendo perfectamente lo que hacía”.

Belarra vuelve a unirse al victimismo de Podemos, manifestando que ese intento de desprestigiar a Podemos impidió unos mejores resultados electorales. La ministro de Derechos Sociales se acerca al paroxismo cuando, tras destacar “el daño irreparable a la democracia”, mantiene: “Nunca sabremos quién habría gobernado en España en 2016”.

La izquierda mediática lleva varios días haciéndose eco de las palabras de Villarejo, a quien han calificado sistemáticamente de embustero y “cloaca”, para amortiguar los patinazos de Podemos como el viaje a Nueva en Falcon o el batacazo electoral en Andalucía. Otra de las dirigentes podemitas que se han unido al coro de plañideras ha sido Irene Montero: “Contra Podemos todo vale: la manipulación y la mentira organizadas desde el poder. El daño es irreparable, pero es urgente cuidar nuestra democracia y depurar responsabilidades en los brazos políticos, judiciales, policiales y mediáticos de las cloacas del Estado».

Montero, tras el varapalo judicial de los tribunales en su querella contra OKDIARIO sobre un supuesto acosos a sus niños de 16 meses y su aventura por tierras americanas, pretende restañar su imagen con unas dosis de victimismo democrático.

También Alberto Garzón, ministro de Consumo y coordinador de Izquierda Unida, ha denunciado en Twitter la existencia de un «bloque reaccionario dentro del Estado». ¿Su fin último?: “Cortocircuitar un proyecto de modernización y progreso con Iglesias como principal objetivo a batir».

Garzón defiende que Podemos «representó una amenaza para los privilegios de las élites dominantes» y para «una cultura política clientelar, enchufista y antiliberal».

Las conversaciones entre Villarejo y García Ferreras se produjeron en marzo de 2017, meses antes de que el ex comisario fuera detenido en su domicilio de Boadilla del Monte en noviembre de aquel año. Villarejo pasó tres años y cuatro meses en prisión provisional, hasta que el 3 de marzo de 2021 fue puesto en libertad.