EEUU se ha gastado casi 15.000 millones para liberar rehenes en Irán desde 1979

La República Islámica de Irán ha obtenido una ganancia de hasta 15.000 millones de euros por el secuestro de rehenes estadounidenses, según un informe publicado por el Instituto de Investigación de Medios de Comunicación de Oriente Medio (MEMRI). El informe también señala que la política de rehenes se ha perfeccionado desde la revolución iraní de 1979.

La pasada semana la administración Biden anunció que desbloquearía al menos 5.500 millones de euros en concepto de alivio de sanciones al Estado teocrático como parte de un canje de prisioneros. El informe del MEMRI citó a un funcionario de seguridad iraní que declaró en agosto: «Esta operación de canje es, de hecho, uno de los [esfuerzos] de negociación más exitosos y eficaces que ha tenido la República Islámica de Irán».

El Departamento de Estado defendió enérgicamente su pago de 5.500 millones de euros a Irán en el último canje de rehenes. Según los funcionarios estadounidenses «estos fondos se trasladarán a cuentas restringidas en Qatar y EEUU supervisará cómo y cuándo se utilizan estos fondos».

Sin embargo, el presidente del régimen iraní sancionado por los estadounidenses, Ebrahim Raisi, rebatió la afirmación del Departamento de Estado, afirmando que su régimen gastará los 5.500 millones de dólares «donde queramos».

El estudio de MEMRI arroja luz a la estrategia de la toma de rehenes del régimen iraní para asegurarse contrapartidas de EEUU y otros países. Señala además que los precedentes establecidos por los ex presidentes demócratas Carter y Obama en el envío de grandes sumas de dinero al régimen de los ayatolás envalentonó a Teherán a exigir más fondos basándose en las matemáticas, según expertos en Irán y funcionarios del régimen iraní.

Mientras que los presidentes demócratas se han enfrentado a intensas críticas por enviar un total de 15.000 millones de euros al régimen de Irán, el presidente republicano Reagan fue acusado de enviar armas militares a Teherán en el escándalo Irán-Contra para asegurar la liberación de siete rehenes retenidos en Líbano.

El principal socio estratégico de Irán, el movimiento terrorista Hezbolá, designado por EEUU, secuestró a varios estadounidenses en Líbano a principios de la década de los 80. Reagan negó que la venta de armas a Irán hubiera sido un acuerdo de armas por rehenes.

Justo la semana pasada, un funcionario de seguridad iraní se jactó ante la agencia de noticias Fars de que «esta suma de dinero que se condonó a Irán esta vez es cuatro o cinco veces mayor que [la cantidad liberada] la última vez» con respecto a 2016, cuando el presidente Obama transfirió 1.700 millones de dólares en efectivo a los gobernantes de Teherán.

El experto sobre Irán de la Fundación para la Defensa de las Democracias, con sede en Washington, Saeed Ghasseminejad asegura que «la administración Trump aseguró la liberación de prisioneros sin pagos de rescates, confiando en cambio en simples intercambios».

Si bien el intercambio de personas que han sido culpables de actividades nefastas como la ruptura de sanciones y la proliferación con rehenes estadounidenses inocentes no es lo ideal, sigue siendo una mejor opción que pagar un rescate».

Desde 1979

Según MEMRI, la estrategia iraní de tomar rehenes occidentales a cambio de concesiones «entró en juego en cuanto su régimen islámico tomó el poder en 1979, con el secuestro de los diplomáticos estadounidenses». Según el informe, fueron liberados 444 días después a cambio de 8.000 millones de dólares y el compromiso estadounidense de no interferir en los asuntos internos de Irán».

La aparentemente exitosa política iraní de secuestrar rehenes occidentales a cambio de amplias concesiones también ha afectado a nacionales de Suecia, Bélgica, Francia, Alemania, Austria, Australia y otros países.

Ayelet Savyon, autora del informe de MEMRI, señaló: «Este hecho fue la base para que Irán siguiera utilizando esta práctica y, de hecho, en los últimos años funcionarios iraníes han recomendado en varias ocasiones que se tome como rehenes a estadounidenses o británicos y se desbloqueen miles de millones de dólares para impulsar la economía iraní o para obtener beneficios políticos de los países occidentales».

Diferentes analistas iraníes han señalado que el régimen teocrático de Teherán se siente envalentonado por la eficacia de su supuesta estrategia de toma de rehenes dirigida contra estadounidenses y otros países occidentales.

En 2016, el entonces presidente Obama dirigió 1.700 millones de dólares a Irán para conseguir la liberación del periodista del Washington Post, Jason Rezaian, y de otros cuatro estadounidenses secuestrados en Teherán.

Aparentemente la administración Obama envió también 1,5 millones de dólares a Irán para conseguir la liberación de tres estadounidenses -Sarah Shourd, Shane Bauer y Josh Fattal- secuestrados por el régimen iraní en 2009.

El Reino Unido habría pagado también a Irán 530 millones de dólares por la liberación de la cooperante británico-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, Anoosheh Ashoori y otros dos rehenes en 2022.