Georg Elser, el carpintero con una misión: matar a Hitler

La conspiración y los intentos de asesinato contra Adolf Hitler son de sobra conocidos a lo largo de todo el siglo XX. Lo cierto es que se han datado más de 40 intentos de asesinato contra el que fue la amenaza europea de principios de siglo. A pesar de ello, ninguno llegó al resultado esperado y solo la conocida ‘Operación Valkiria’ estuvo cerca de acabar con el dictador mucho antes de que se suicidara el 30 de abril del 45.

Entre estas conspiraciones e intentos de asesinato, destaca una por encima del resto. La mayoría de estos intentos por matar a Hitler fueron llevados a cabo por conspiradores de su propio partido, pero el caso de Georg Elser fue muy diferente. A Elser no lo conocía nadie, era un llamado «lobo solitario» que planeó la muerte de Hitler con un plan ideado por él mismo y sin ayuda de nadie.

Hombre con visión de futuro

Georg Elser era un campesino y carpintero originario de Suabia, una región que actualmente se reparten Baviera y Baden-Wurtemberg. Con un pasado humilde, la visión de futuro de Elser le hizo pensar una solución rápida para evitar lo que, a su parecer sería la ruina del mundo, y es que Hitler una vez en el poder, provocaría una guerra según Elser. No pudo equivocarse menos el joven carpintero.

Durante sus primeros años ayudaba a su padre como tornero, pero pronto comenzó a trabajar como carpintero y durante cuatro años, del 1925 al 1929 trabajó en una fábrica de relojes que le valió de experiencia para su plan de futuro.

Fue en 1936, cuando volvió a trabajar con su padre, y con Hitler ya como canciller de Alemania, cuando comenzó a coger conciencia sobre el régimen militar de su país, las ideas del partido Nazi y lo que podría venir en el futuro. 

Comenzó a trabajar como obrero en una armaduría y comprendió que en su país se preparaba un conflicto bélico que implicaría una guerra entre muchas potencias. Dentro de la personalidad de Elser comenzó a surgir un sentimiento de actuación para lograr que Hitler y su partido metieran a Alemania en una guerra histórica.

Una acción rápida

El pensamiento de Elser fue que no solo debía acabar con Hitler, también con la plana mayor del partido para que no tuvieran tiempo para recomponerse. Lo reconocían como un hombre pensativo pero al que le gustaba charlar con los amigos, disfrutar de su novia y de su hijo, y al que no le importó sacrificar su vida para salvar las de cientos en una guerra que se avecinaba.

Con este pensamiento, Elser se dispuso a llevar a cabo su plan y matar a Hitler y sus más cercanos colaboradores. Había leído que el Führer y sus jefes de partido se reunirían en la cafetería Bürgerbräukeller de Munich el 8 de noviembre del 39. Era el lugar perfecto para llevar a cabo su plan.

Elser viajó a Munich para visitar la cafetería. Una vez observó el terreno, llegó a la conclusión de que la mejor manera de acabar con Hitler era con una bomba de relojería y colocarla en la columna donde el canciller se dirigiría a su público.

Durante los siguientes meses, Georg Elser robó explosivos de la fábrica donde trabajaba y diseñó la bomba que acabaría con el Führer. Se mudó a Munich y consiguió trabajo en una cantera. Aquí comenzó a trabajar sobre el terreno. Hizo bocetos, tomó medidas y, durante treinta noche, estuvo escondiéndose en el bar para ir haciendo un agujero en la pared y colocar la bomba.

Trece minutos

Llegó el día y Elser lo tenía todo minuciosamente calculado. Pero, el tiempo y la inminente preparación de la ofensiva por parte de Hitler, hicieron que el Führer cambiara sus planes de discurso a última hora. Normalmente, Hitler solía comenzar a las 20:30 y terminaba a las 22:00 horas aproximadamente.

En esta ocasión, Hitler acabó a las 21:00 y salió rápidamente del local para coger el tren de las 21:31 con destino Berlín ya que la lluvia impedía coger un avión.

A las 21:20 de la noche, la bomba de Elser explosionó tal y como había ideado. Pero Hitler y la plana mayor de sus colaboradores ya se habían marchado. La explosión mató a ocho personas y dejó más de 60 heridos.

Detenido 

Casualmente, Elser había sido detenido en la frontera con Suiza a las 20:45, al intentar cruzar la línea de forma clandestina. La explosión no se había producido, pero después, un proceso de investigación llevó a que todas las sospechas conducían a ese carpintero detenido en el puesto de Constanza.

Fue detenido y, tras pasar por distintas cárceles acabó en el campo de concentración de Sachsenhausen, para luego parar a Dachau. Estaba catalogado como un «preso especial» ya que el atentado le había dado que pensar a Hitler y creía que solo era fruto de una enorme conspiración contra él.

Elser fue asesinado finalmente con un tiro en la nuca el 9 de abril de 1945, un mes antes del final de la guerra y unos días antes de que Hitler finalmente se suicidara.