Gastronomía
cátering | Alta cocina

Madrid se rinde a la Bandeja Dipciosa: la alta gastronomía que redefine la clave gourmet

La bandeja gira, las manos se acercan, los ojos brillan: esto no es catering, es experiencia.

Un festín visual. Un paseo hedonista. Una experiencia circular que rinde culto a la belleza del bocado. Así podríamos comenzar a hablar de una de las propuestas más encantadoras y refinadas que ha irrumpido con fuerza en el universo del cátering español: las exquisitas bandejas giratorias de esta firma que —sin estridencias— ha elevado el concepto de picar algo a una nueva dimensión estética y sensorial. El arte del grazing llevado al detalle, como una obra efímera de alta cocina lista para el paladar y los sentidos.

Bienvenidos al mundo del nuevo cátering, un universo delicado y exuberante donde el minimalismo se funde con la voluptuosidad de alimentos de alta categoría, y donde cada bandeja se convierte en un bodegón barroco… sólo que listo para el buen yantar de clientes exigentes.

El renacimiento del aperitivo

Las Bandejas Dipciosa no se limitan a ofrecer alimento: presentan narrativa. Desde la alquimia de un dip de feta, miel y pistachos hasta el toque rogue del salchichón de jabalí al cabrales, cada elemento ha sido escogido no sólo por su sabor, sino por su color, su textura, su forma de conversar en la mesa.

¿Puede una rodaja de camembert hablarle al alma? ¿Puede un cuenco de hummus y jalapeño contar la historia de un mercado de especias del norte de África? Sí, cuando se colocan con la gracia de un pintor flamenco y se sirven sobre bandejas giratorias que parecen extraídas de un sueño.

Bandejas giratorias: el arte del banquete

Una de las claves de este cátering reside en la elección del soporte: bandejas giratorias de gran formato, como altares rotatorios del sabor. Disponibles en tamaños S, M, L y XL —de 40 a 60 cm de diámetro— estas joyas de porcelana y movimiento giran lentamente, como una pasarela gourmet donde los dips, quesos, frutas y panes se suceden en un desfile que apela al hedonismo más sofisticado.

La bandeja gira, las manos se acercan, los ojos brillan: esto no es catering, es experiencia.

Delicias segmentadas: la geografía de los sabores

Cada bandeja tiene su carácter, su personalidad, su tempo. Algunas son diálogos delicados entre queso y fruta. Otras, como la Bandeja Mexicana, son pura rumba cromática de capas superpuestas: frijol refrito, sour cream, guacamole, pico de gallo, cilantro y jalapeños danzan en sinfonía. Los nachos, por supuesto, crujen sin gluten. La cuchara grande invita a mezclar. El instinto guía el bocado.

La Bandeja de Embutidos y Quesos, en cambio, es como recorrer la dehesa ibérica con escala en la campiña francesa. Mortadelas, jamones de pato, bresaolas y quesos de romero, ajo negro y cerveza: el mapa gourmet se vuelve infinito. La Torta del Casar reposa con majestad, custodiada por frutos rojos, miel y tostas con nombre propio.

Brunch, dulce, yogurt: la mañana también se celebra

No hay que esperar a la tarde para deleitarse: las Bandejas Brunch Dulce & Salado mezclan pancakes, croissants y bacon ahumado con salsas tan seductoras como crema de pistachos, nocilla o sour cream. El brunch de yogurt pone en escena una coreografía sana y lujosa: semillas de chía, granolas sin azúcar, fruta fresca y siropes que chispean bajo la luz de la mañana.

Grazing Table: el banquete total

Y si la ocasión lo exige, la firma eleva su apuesta con las Grazing Tables. Verdaderas instalaciones comestibles que hacen de una mesa un espectáculo visual, culinario y emocional. Con nombres tan evocadores como Mar & Playa, El Huerto o Halloween, estas mesas temáticas hacen de cualquier evento una escena inolvidable, un festín como los de los cuentos —pero real y delicioso.

La más pequeña (1,82 x 0,75 cm) ya ofrece lo suficiente para deslumbrar a más de 40 comensales, desplegando un tapiz de texturas, alturas, colores y emociones. No hay plato igual, porque no hay mesa igual. Aquí el cátering se transforma en arte efímero, en celebración del momento.

Cuando el catering se vuelve arte

En un mundo donde los eventos buscan cada vez más diferenciarse, esta empresa ha logrado un equilibrio virtuoso entre la exquisitez del producto, la sofisticación visual y la alegría del picoteo compartido. Su nombre empieza a sonar en bodas, sesiones fotográficas, desayunos ejecutivos, aniversarios y experiencias corporativas de alta gama y donde se puede contactar a través de pedidos@dipcioso.com.

Lo suyo no es sólo catering. Es poesía comestible. Es composición visual con sabor. Es, sobre todo, una forma de celebrar la vida en cada giro de bandeja.

Marcela Gutiérrez: calidad y alma creadora

Con voz serena y mirada atenta al bello detalle, Marcela Gutiérrez —alma y creadora de Dipcioso— convierte cada bandeja en un poema visual. Desde la Calle Zurbano, número 83, diseña estas bellas piezas giratorias que combinan sabor, textura y estética gourmet, girando lentamente para revelar armonías de queso ibérico, dips delicadamente sazonados y frutas deshidratadas.

«Me encanta descubrir nuevos productos y sorprender a los clientes con combinaciones inéditas», confiesa Marcela, quien cuida tanto la selección de ingredientes «como la puesta en escena, porque transformamos cualquier evento en una sinfonía circular de sabores, de vida, de felicidad y de amor por la cocina», asegura Marcela Gutiérez.

En este sentido, cree que En Dipcioso, «entendemos que la experiencia gastronómica va más allá del sabor. Por eso, cuidamos no sólo lo que se sirve, sino cómo se sirve. Cada bandeja está diseñada como una pieza de arte efímero: desde la disposición cromática de los ingredientes hasta los materiales naturales que utilizamos para la presentación, todo está pensado para estimular los sentidos y provocar emoción. Nos inspiramos en tendencias de diseño, arte floral y estilismo gastronómico para que cada entrega sea también un momento fotogénico y memorable».

El alma del proyecto es la cercanía con el cliente. A través de una atención personalizada, estudian sus necesidades específicas y diseñan bandejas únicas que se ajustan al tipo de celebración, al número de invitados y al ambiente deseado. Ya sea un desayuno corporativo, un cumpleaños en casa o una reunión informal, ofrecemos una solución flexible que encaja en cualquier contexto. Esa agilidad, sin renunciar a lo artesanal, es una de nuestras mayores fortalezas.

Como dijo Brillat-Savarin: El descubrimiento de un nuevo plato hace más por la felicidad humana que el descubrimiento de una estrella. En este universo giratorio de sabores y texturas, cada bandeja es una constelación.