Sánchez ya no engaña: pierde 7 diputados tras desmontar OKDIARIO su paripé del espionaje

• Luz Sela
• Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.
• • 08/05/2022 00:46
  • Actualizado: 08/05/2022 10:05

Pedro Sánchez vive uno de sus momentos más críticos en La Moncloa por el caso del espionaje con Pegasus. Pero su intento a la desesperada por aplacar los ánimos de sus socios separatistas recibe la bronca de los votantes. El PSOE se desploma hasta los 89 diputados, según la última encuesta de Data10 para OKDIARIO. Y un dato es especialmente relevante: en apenas un mes, desde el anterior sondeo, pierde siete escaños, el peor retroceso desde junio del año pasado.

Ese bajón electoral coincide con la maniobra de Sánchez por figurar como víctima de los espías. El pasado lunes, en una rueda de prensa inédita, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, anunció la intrusión en los móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Según su versión, el espionaje -de origen desconocido- se habría producido entre mayo y junio de 2021 y se habría descubierto el pasado 30 de abril, tras revisar los terminales. Una afirmación con la que Moncloa dejaba comprometida la actuación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

OKDIARIO reveló, en cambio, que ya en julio del año pasado Presidencia tenía instrucciones claras para vigilar los móviles ante el incremento de ataques con el programa Pegasus. Un sistema de espionaje muy sofisticado, que no deja rastro y que es capaz de infectar los aparatos sin que medie la intervención del usuario.

Según la documentación revelada por este periódico, el propio CNI, a través del Centro Criptológico Nacional, alertó a Sánchez acerca de este programa espía y le trasladó un manual detallado de instrucciones para detectarlo en apenas hora y media en los dispositivos telefónicos Apple.

No fue el único aviso. De hecho, en mayo de 2019 el CNI emitió el informe Ciberamenazas y Tendencias, donde se recogía ya una alusión a este sistema y al riesgo de que el Gobierno fuese víctima de espionaje.

Según el organigrama, la supervisión de esos sistemas corresponde a la Unidad de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, dependiente de la Secretaría General de Presidencia. Un cargo que, por entonces, ocupaba Félix Bolaños, hombre de la máxima confianza de Pedro Sánchez.

El Centro Criptológico Nacional tiene, por su parte, la misión de garantizar la «seguridad de los sistemas de las tecnologías de la información que procesan, almacenan o transmiten información clasificada», según consta en el real decreto que regula este organismo. Sin embargo, entre sus funciones no se enumera la responsabilidad de controlar los móviles, como sí elaborar y difundir «normas, instrucciones, guías y recomendaciones» para «garantizar la seguridad» de las tecnologías de la información y las comunicaciones de la Administración y formar al personal en este ámbito.

La crisis con el espionaje ha provocado, además, el enfado de los socios separatistas que mantienen a Sánchez en La Moncloa. El presidente socialista trata ahora de calmar los ánimos de sus principales aliados, a quienes ha trasladado la intención de convocar la mesa de negociación bilateral con la Generalitat para tratar nuevas concesiones. El Gobierno ya ha regalado a los independentistas catalanes y a Bildu la entrada en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, donde podrán acceder a información sensible del Estado.

Y todo ello mientras España sufre la profunda crisis económica y sigue lejos de la recuperación. El Gobierno ha tenido que revisar a la baja su estimación de PIB para este año hasta el 4,3% desde el 7% que manejaba en sus anteriores estimaciones.