Sánchez prepara una amplia remodelación de la Ejecutiva del PSOE para perpetuarse en el cargo

Pedro Sánchez prepara una gran purga en el PSOE de cara al congreso del próximo mes de octubre. El secretario general acometerá una remodelación profunda de su Ejecutiva federal para reforzar su liderazgo e impedir que ninguno de los dirigentes más conocidos actualmente le pueda hacer sombra. Su voluntad de permanecer dos legislaturas más al frente de la formación y del Gobierno, si las urnas le revalidan el mandato, le obliga a  dar entrada a caras nuevas procedentes de fuera de la primera línea política.

Desde su retorno a la Secretaría General socialista Sánchez se ha rodeado siempre del mismo núcleo duro. De él, hasta ahora, prácticamente ni ha entrado ni salido nadie. Adriana Lastra como vicesecretaria general; José Luis Ábalos como secretario de Organización; Santos Cerdán como coordinador territorial; la vicepresidenta Carmen Calvo; su director de gabinete, Iván Redondo, y la directora de comunicación del partido, Maritcha Ruiz Mateos, son sus imprescindibles.

Lastra seguirá como portavoz parlamentaria socialista, al frente del grupo en el Congreso, así como vicesecretaria general y número dos del partido. También Cerdán, que podría ganar más peso. Ábalos, el hombre que aupó a Sánchez al liderazgo del partido y que carga con todas las decisiones impopulares y polémicas al dar la cara, podría abandonar la Secretaría de Organización. De hecho, en la Comunidad Valenciana se ha orquestado ya una campaña contra él. Tras el cónclave de octubre, Sánchez dará entrada en su núcleo duro a la número dos en Madrid, Hanna Jallou, responsable de coordinar la ponencia marco del congreso. Se convertirá «en una pieza importante» de su equipo asumiendo, previsiblemente, una vicesecretaría de nueva creación.

Sin relevo a la vista

Una de las críticas que le hacen a Pedro Sánchez desde las federaciones territoriales y los cuadros del partido es que no plantee ya una alternativa a su relevo de cara a colocar un nombre y una cara en el imaginario colectivo. Todas las fuentes consultadas por este periódico descartan que este relevo lo puedan encarnar Lastra o Ábalos, las dos personas con más peso político dentro del PSOE actual.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, es una de las personas con más papeletas para relevar a Sánchez llegado el momento. Eso si antes, coincidiendo con las elecciones autonómicas andaluzas del año que viene, no hace las maletas como hizo Salvador Illa para volver a su Sevilla natal. El presidente hace meses que sondea su candidatura para relevar a la ex presidenta de la Junta Susana Díaz. En la recámara también está el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.

Cambios en Madrid y Galicia

Además de Andalucía, el secretario general del PSOE busca renovar las federaciones de Madrid y Galicia. Pedro Sánchez quiere «revolucionar» dos de las agrupaciones socialistas que peores resultados dan al partido. El principal objetivo es relevar a Ángel Gabilondo, que será Defensor del Pueblo, al frente de los socialistas en la Asamblea de Madrid y a José Manuel Franco al frente del PSM, así como a Gonzalo Caballero como líder de los socialistas en el Parlamento gallego.

En estos tres territorios en los que Sánchez pretende meter mano desde la Ejecutiva federal es donde se pueden producir más tensiones durante el congreso federal y los posteriores congresos regionales previstos para finales de año. En el PSM el relevo pasará por el ex alcalde de Soto del Real y número cuatro de la candidatura socialista Juan Lobato. Se trata del perfil más político de la lista encabezada por Gabilondo y su sustituto natural, teniendo en cuenta que Sánchez quiere a Jalloul en la política nacional y que Pilar Llop preside el Senado.