Sánchez es gafe: la incidencia se cuadruplica desde que prometió una Navidad mejor que la pasada

El pasado 10 de noviembre, Pedro Sánchez vaticinó en el Congreso, en relación al Covid: «Estas Navidades van a ser mejor que las pasadas, señorías, España está mejor». En su comparecencia, el presidente socialista se jactó incluso de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había felicitado a nuestro país por la gestión de la pandemia y la estrategia de vacunación. Apenas tres semanas después, se vive una nueva situación de incertidumbre por la irrupción de la variante Ómicron, el Ministerio de Sanidad impone cuarentenas y se avanzan ya las posibles restricciones de cara a las próximas reuniones navideñas. Desde que Sánchez presumía ante el pleno del Congreso, hasta ahora, la incidencia del Covid se ha cuadruplicado.

Según el último dato actualizado, se sitúa en los 248,18 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. El pasado 10 de noviembre, era de apenas 62,67. El año pasado, por estas mismas fechas, de 265,76 casos. Eso sí, la situación no es comparable, puesto que entonces la tasa de hospitalización sí era superior, con la consiguiente mayor ocupación de las UCIs.

Sin plan

La incertidumbre por la variante Ómicron ha cogido desprevenido al Gobierno, sin plan ni herramientas necesarias para afrontar la nueva situación epidemiológica. Durante meses, Sánchez ha venido rechazando la propuesta del Partido Popular sobre una ley de pandemias, que dotaría a las comunidades de un marco jurídico para tomar medidas con garantías. Sin embargo, en Moncloa se fía ya toda la estrategia a la vacunación y se delega en las regiones, impotentes para actuar, la toma de decisiones. Y todo, después de que el Tribunal Constitucional rechazase los estados de alarma impuestos por el Gobierno socialcomunista.

El jueves 25 de noviembre, desde el propio Ejecutivo se aseguraba que no había ningún caso de la variante Ómicron -detectada en Sudáfrica y que se extiende ya por decenas de países- y se apostaba únicamente por la aplicación de la tercera dosis de la vacuna y por mantener la mascarilla como medidas para combatir el virus. El lunes 29 se confirmaba el primer caso en España. Pero no fue hasta el pasado martes que se aprobó la restricción de los vuelos procedentes del cono sur de África para contener la llegada de más casos. Desde la Comunidad de Madrid se reclaman controles más estrictos en los lugares de tránsito, como aeropuertos, con la exigencia de cribados y pruebas PCR. La Generalitat sospecha que la nueva variante lleva semanas en las aguas residuales de algunas poblaciones catalanas.

El Ministerio de Sanidad estableció el pasado miércoles las cuarentenas para los contactos de contagiados por la variante Ómicron, así como de los casos sospechosos. El departamento admite que la confirmación del tipo de variante no suele estar disponible en el momento del diagnóstico, por lo que esta medida debe aplicarse también a aquellos casos en los que exista sospecha bien por información preliminar a través de PCR específica, bien porque el caso forme parte de un brote que incluya casos producidos por dichas variantes.

Además, Sanidad ya habla de limitar el número de participantes en los «eventos públicos y sociales», especialmente durante las celebraciones navideñas, según recoge el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) en la sexta actualización del documento en el que evalúa el riesgo de las variantes del Sars-CoV-2. En el documento se afirma que «el riesgo de nuevas introducciones de Ómicron en España se considera muy alto y el de diseminación, alto».

«Debido al contexto epidemiológico actual y a las incertidumbres asociadas a la variante Ómicron, así como una posible disminución de la efectividad vacunal con el tiempo, se recomienda continuar aumentando los porcentajes de cobertura vacunal y la administración de dosis de refuerzo en poblaciones diana», añade el CCAES. El Ministerio señala un aumento de su transmisibilidad así como la posibilidad «a priori» de que esta variante «esté relacionada con la reducción de la efectividad de la vacuna y una mayor probabilidad de reinfección».