El viceministro Enrique Santiago lidera la marcha radical contra la OTAN entre loas al genocida Stalin

Radicales antisistema se han congregado este domingo en Madrid para protestar contra la celebración de la cumbre de la OTAN bajo el lema «OTAN no, bases fuera». Durante el acto se han podido escuchar consignas a favor del «marxismo-leninismo» y los participantes han portado banderas del Partido Comunista de España (PCE), así como otras con las caras de los genocidas Lenin y Stalin. Podemos ha respaldado abiertamente esta manifestación, que ha contado con la asistencia del secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, líder del PCE. Santiago ha calificado a la OTAN de «alianza de la muerte».

En el acto, que ha sido convocado por la Asamblea Popular contra la Guerra, la Plataforma Estatal por la Paz y la Asamblea OTAN-NO Madrid, han participado unas 2.200 personas, según la Delegación del Gobierno en Madrid.

La marcha ha comenzado en la Plaza de Atocha y ha recorrido el Paseo del Prado en dirección a la Plaza de Cibeles, subiendo por la Gran Vía para finalizar en la Plaza de España.

En la manifestación se han mezclado consignas ecologistas y contra la energía nuclear con grandes banderas indigenistas y otras anarquistas de la CGT (Confederación General del Trabajo).

Asimismo, las asociaciones antifascistas, con un marcado carácter antisistema, también se han dejado ver para reclamar la disolución de la OTAN y reivindicar la «desmilitarización» mientras portaban pasamontañas y ropas de combate. Partidos comunistas de Europa como el ΚΚΕ griego han estado representados en esta manifestación «por la paz».

A la cabeza de la movilización, rodeado de banderas de IU, se ha podido ver a Willy Meyer, portavoz de la Plataforma Estatal por la Paz y ex eurodiputado de Izquierda Unida. Meyer ha comentado que «luchar por la paz» se ha convertido en una “necesidad” después de que la OTAN se haya convertido en un “obstáculo” para la consecución de ese objetivo, en su opinión.

«La cumbre de la OTAN lanza un mensaje equivocado del papel que debe jugar España en África y hacia el Mediterráneo», ha criticado.