Las juventudes del PP cuelgan una lona de Sánchez con sus socios Otegi y Rufián cerca de la sede del PSOE

• Segundo Sanz @SegundoSanz
• Información política, PP, Congreso y Senado
• • 28/12/2022 16:37
  • Actualizado: 28/12/2022 17:01

Una lona gigante que retrata al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, con sus socios comunistas de Unidas Podemos, el etarra Arnaldo Otegi y el separatista catalán Gabriel Rufián ha sido instalada en la madrileña calle Ferraz, muy cerca de la sede del PSOE. Un hecho que ha sido difundido en redes sociales por Nuevas Generaciones del PP con el vídeo de la instalación del cartel y un mensaje que dice: «Brindarán por una España más débil y sumisa, que no se cumplan sus deseos».

La pancarta muestra los rostros de Pedro Sánchez, la vicepresidenta Yolanda Díaz, los podemitas Irene Montero y Pablo Echenique, además de Otegi y Rufián, los dos únicos miembros de partidos no forman parte del Ejecutivo pero cuyos votos -a cambio de concesiones del Gobierno- han sido trascendentales para que el secretario general del PSOE siga en la Moncloa. Las caras de estos socialcomunistas e independentistas van acompañadas en la lona de una inscripción que dice: «La coalición de Gobierno seguro que les desea un feliz 2023».

«Esclavitud moral»

Precisamente, este mismo miércoles el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, se ha referido a las alianzas de Sánchez dentro de la conocida como mayoría Frankenstein para señalar que su partido y el Gobierno sólo podrán sentarse a negociar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuando Pedro Sánchez y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se liberen de la «esclavitud moral» a la que, según ha remarcado, les tiene sometidos ERC y Bildu.

Así se ha pronunciado González Pons en una entrevista en La Sexta después de que Bolaños haya advertido en Canarias al PP de Alberto Núñez Feijóo de que tendrá «credibilidad cero como alternativa democrática hasta que deje de utilizar todo tipo de artimañas para bloquear el CGPJ».

El control de la justicia es uno de los reclamos del separatismo catalán, que ya piensa en volver a celebrar un referéndum de independencia como el que derivó en 2017 en el golpe de Estado del 1-O. El pasado lunes, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, anunció en su discurso navideño que a lo largo del próximo año se alcanzará un gran acuerdo sobre las condiciones de ese referéndum. Tras ello, Sánchez negó este martes tal posibilidad y esgrimió que «el independentismo no es una de las principales preocupaciones de los españoles», justificando así la derogación de la sedición y la rebaja del delito de malversación que ha aprobado de la mano de sus socios secesionistas.