Nacen tres nuevos partidos de izquierda para ganarse a los defraudados del PSOE y Podemos

La izquierda toma posiciones ante la debacle electoral que podrían protagonizar el PSOE y Podemos. Un Gobierno que pacta con partidos que van contra la unidad de España y que no resuelven los problemas de los trabajadores siembra el terreno para nuevas formaciones. Todas a la caza del los miles de votantes huérfanos que tampoco ven con buenos ojos a PP, Vox y Cs. En las últimas semanas y meses, las redes sociales y la calle son el ring en el que tres nuevas organizaciones pelean por ocupar el espacio que dejan Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

En primer lugar, aparece Frente Obrero, una formación marxista-leninista que lleva meses haciendo una oposición frontal a Podemos. Se caracteriza por organizar escraches a Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Mónica Oltra y otros líderes de la órbita morada. Considera que estos dirigentes han abandonado a «la clase obrera» a favor de arropar las tesis «progres». Afean que se ha dado la espalda al trabajador precario para centrar su acción política en los trans, los activistas climáticos, los antirracistas, etc.

Por otra parte, también desde hace meses se está fraguando el movimiento de los Jacobinos. Su nombre hace un guiño a los miembros de la Revolución Francesa que defendían los valores de la república (la soberanía popular, el sufragio universal, la indivisibilidad de la nación, un estado fuerte y centralizado).

Por último, en las últimas semanas surge con fuerza Vanguardia Española. De nuevo, una formación que nace con la vista puesta en «los trabajadores asalariados por cuenta ajena y propia, indefinidos y precarios». «Todos unidos, a la condición de clase nacional», a favor de tener el «poder político y el control absoluto sobre la riqueza que producen». Defienden «un modelo de estado republicano, centralista, unitario, sin privilegios regionales, sin autonomías y sin chiringuitos étnicos». También cuestionan el euro como moneda, la Unión Europea, la OTAN. Piden construir «una Iberofonía intercontinental alternativa al capitalismo anglogermánico» frente a «la izquierda indefinida, a la derecha liberal y a los rompe patrias separatistas».

Al frente de cada uno de estos proyectos políticos incipientes, jóvenes con una gran proyección en redes sociales: Roberto Vaquero (23.000 seguidores), Guillermo del Valle (24.000 seguidores) y Santiago Armesilla (53.000 seguidores). Todos ellos tienen algo en común con Pablo Iglesias y su equipo, los tres venden su imagen de intelectuales y estudiosos de determinadas corrientes de extrema izquierda.

Vaquero es «escritor, geógrafo e historiador». Puso en marcha el Partido Marxista Leninista (Recontrucción Comunista), ha pasado por la cárcel y fue condenado a un delito de pertenencia a grupo criminal al colaborar con grupos kurdos para, según aseguró, luchar contra el ISIS. Tras ello, ha impulsado Frente Obrero con las juventudes más combativas de los barrios. También célebres son sus campamentos juveniles de verano en las que practican técnicas de lucha.

«El Frente Obrero somos el único movimiento político que representa a los trabajadores en nuestro país. Nuestra misión es reconstruir el movimiento obrero en España, para recuperar la soberanía nacional española, y así construir la República Popular y Federal, asegurando un futuro de conquistas para los trabajadores», escriben en su web. Su estrategia pasa por visibilizarse plantando cara en actos públicos a los políticos «vende obreros».

Por otra parte, Del Valle se presenta como abogado y socialista. También sigue los pasos de Pablo Iglesias, en su caso, visitando platós de televisión en los que la izquierda pisa territorio hostil, ya que en las mismas hay mayoría de analistas conservadores. No obstante, consideran que si así Podemos se dio a conocer, a los Jacobinos también les puede funcionar.

Su proyecto político también quiere dar por superados al PSOE y Podemos y ser la «izquierda coherente» que pelea por «la igualdad social y económica, la redistribución, el trabajo, la lucha contra la precariedad y la uberización, la oposición a la desregulación y al sálvese quien pueda, igualdad territorial, ciudadanía laica y derechos sociales». Prometen andar un camino «claro y autónomo» y nada de «frentes comunes».

Por último, Armesilla se define como politólogo y economista. Trabaja en la Universidad Complutense de Madrid y procede de Salamanca. Sus vídeos económicos en YouTube sobre el comunismo acumulan cientos de miles de visualizaciones. Ha arrancado una gira por España, empezando en Cataluña, para promocionar Vanguardia Española como alternativa al PSOE y Podemos. Por ahora, al igual que Sumar, se han constituido como asociación con la vocación de ser un partido.

Sus tesis pasan por «abolir los cupos vasco-navarros, las comunidades autónomas y sus Estatutos, así como de sus instrumentos competenciales descentralizadores». También defienden «la ilegalización de los partidos separatistas, regionalistas y defensores de la idea de ‘autodeterminación’, mejor llamado privilegio de secesión» y «la integridad de las competencias en Educación y Sanidad, el control estatal de todos recursos naturales y la eliminación de los impuestos autonómicos».

Podemos ya ha hecho diagnóstico de estas formaciones. En particular, Juan Carlos Monedero ya ha lanzado veladas críticas a estos movimientos. En sus monólogos habla de la nueva «izquierda rojiparda» que, según él, está más próxima a la derecha que a la izquierda.