La juez que investiga la patada de Errejón traslada a la forense los informes médicos de la agresión

Margarita Valcarce, titular del juzgado número 16 de Madrid que investiga la presunta agresión de Íñigo Errejón a un vecino de Lavapiés, no se toma a la ligera ningún caso de los que instruye, y está claro que en esta ocasión no va a hacer una excepción. La juez ha tomado una serie de decisiones en las últimas horas que dejan muy claro que quiere arrojar toda la luz posible sobre la presunta patada que la noche del 2 de mayo Íñigo Errejón le propinó a un hombre de 67 años enfermo de cáncer de colon y que reveló en exclusiva OKDIARIO. Los informes médicos que mencionan la patada son ahora cruciales y ya están en manos de la forense del caso.

La juez tiene sobre la mesa varios elementos habituales en cualquier instrucción, a saber, informes policiales, denuncia, testigos e informes médicos. Sobre esto último llama la atención alguna información difundida en las últimas horas acerca del parecer del médico forense del juzgado y los informes médicos aportados por el denunciante. Lo publicado se contradice con la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO.

Los informes médicos del Hospital Universitario Moncloa al que acudió el denunciante de Errejón tres días después de la agresión son tan breves como concisos, así que aceptan poca discusión: el 5 de mayo a las 9:40 de la mañana, la presunta víctima acude al centro médico ante un más que evidente y visible empeoramiento de una hernia que sufría desde hacía meses tras haber sido operado en noviembre de 2020 por un cáncer de colon. En el informe no se menciona que la operación de 7 meses antes fuera el origen del empeoramiento de la hernia, cuyas fotos antes y después de la presunta agresión obran en poder de este diario.

Lo que se explica, literalmente, es que un»varón de 67 años con antecedentes de intervención quirúrgica realizada por cáncer de colon en noviembre de 2020, que acude a Urgencias por dolor periumbilical, que según refiere fue debido a un traumatismo abdominal tras una patada hace 72 horas». Ni más ni menos. El empeoramiento de la hernia no lo provocó una operación realizada más de medio año atrás, sino un traumatismo que el paciente identifica con una patada.

Estos informes obran ya en poder de la forense del juzgado, que al contrario de lo que se ha publicado en algunos medios, aún no ha emitido el informe «detallado» que le ha pedido la juez. De hecho, esas mismas informaciones hablan de ausencia de lesiones agudas a juicio de esta forense, pero es que la víctima y sus informes no se limitan al daño producido presuntamente por Errejón, sino, y eso es más importante, a las consecuencias que le ha acarreado la misma.

No podrá operarse

El denunciante tuvo que abandonar por prescripción médica, y ese informe también lo tiene este diario, el ciclo de quimioterapia postcancerígena al que se estaba sometiendo porque era urgente operarlo de la hernia agravada por el traumatismo denunciado. Pues bien, ahora el vecino de Lavapiés se ha quedado sin quimioterapia preventiva ni operación: los médicos le aconsejan no operar el empeoramiento de la hernia por ser demasiado arriesgado.

La juez ha entregado a la forense toda la documentación necesaria para que elabore un dictamen que oriente a su señoría sobre la compatibilidad de los hechos denunciados y ratificados por la presunta víctima y por ahora un testigo con las lesiones descritas en los informes aportados a la causa y su estado actual.

A la espera de que declaren más testigos en el juzgado y de que se practiquen pruebas complementarias, la juez ha querido prestar especial atención a las grabaciones de aquella noche obtenidas por las cámaras de seguridad de la Policía Municipal de Madrid. El juzgado ha pedido a la Policía Científica que trate de mejorar una de las cinco secuencias que son cruciales para la investigación, pero a su señoría no le sirve cualquier respuesta, ya que en el mismo oficio ha reclamado a los peritos policiales que si no pueden mejorar la imagen le expliquen qué se lo ha impedido y si existe algún medio que no esté a su alcance para obtener una mejor definición de las mismas.

Todo lo anterior es armar un caso de arriba abajo no sólo para garantizar la obtención de todas las pruebas sino para dar al investigado, Íñigo Errejón, mayores opciones para aplicar el principio de contradicción. Cuando el Congreso de los Diputados confirme a la juez la condición de diputado nacional del investigado, ella podrá citarlo antes de trasladar la causa al Supremo, así que es preferible que pueda responder a todo lo que ahora se está instruyendo.