El juez admite a Inda como acusación particular tras ser espiado por Villarejo a sueldo de González (BBVA)

El juez del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, ha admitido a Eduardo Inda personarse como acusación particular –en línea con el informe favorable del Ministerio Fiscal– en el caso BBVA, tras ser espiado por el comisario José Manuel Villarejo que se encontraba a sueldo del ex presidente del banco Francisco González.

González colocó en la diana de las investigaciones secretas del comisario jubilado a Inda tras desvelar OKDIARIO en 2015 una serie de informaciones sobre las relaciones oscuras entre el ex presidente de la entidad financiera y Rodrigo Rato. Por todos esos trabajos de espionaje a favor del BBVA Villarejo cobró a través de su sociedad Grupo Cenyt más de diez millones de euros, que percibió entre los años 2004 y 2017.

En un informe incorporado al sumario de la operación Tándem, los agentes del Grupo III de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) incluyen a Eduardo Inda en una larga lista de damnificados por el espionaje del BBVA. Los investigadores destacan los nombres de una serie de operaciones clandestinas con las palabras claves que utilizaron el banco y Villarejo. Inda figura junto al enunciado en inglés: «Gossip». 

Otros enunciados para referirse al director de OKDIARIO son: «Duke», «Templar», «Neigbour o Neighbours» -así aparece en el documento policial-, «Dron», «Doctor», «Slon» y «Jewel».

Entre los investigados, además de Inda, figuran Pedro Pérez, Silvia Navarro, Enrique Bañuelos, Leonard Boord, Nicolás Osuna y varios familiares, José Ramón Lacasa, Ruiz Cabello o Eduardo Santos, además de Ramón Sanahuja -así aparece en el documento policial, aunque todo indica que podría referirse al conocido empresario Román Sanahuja-.

Cruce de llamadas

El operativo GOSSIP contra Inda arrancó el 7 de octubre de 2015 cuando FG (Francisco González), a quien los informes de Villarejo identifican como «K» encargó al ex comisario «un proyecto de inteligencia» para someter a seguimientos a Eduardo Inda. También investigó el cruce de llamadas de teléfono del periodista para averiguar las fuentes informativas de un artículo publicado por OKDIARIO que desvelaba que González perdonó 312.000 euros al político del PP.

En el informe «PI» (Proyecto de Inteligencia), elaborado por el equipo de Villarejo, recoge que «se ha analizado la documentación aportada, valorado la situación jurídica y táctica, realizado desplazamientos a diferentes lugares, contactado con diversas personas y consultados determinados bancos de datos, a fin de recabar la información precisa para valorar si el proyecto encomendado (a partir de ahora GOSSIP), puede realizarse con los procedimientos concertados y los plazos de ejecución».

Pagos extras

El ex presidente del BBVA se sirvió de las arcas del banco para pagar al Grupo Cenyt, entramado empresarial del comisario. En total se ha calculado un montante de 10,3 millones de euros pero a esto hay que sumar una partida ‘extra’.

Este plus se realizó en paralelo a los honorarios recibidos periódicamente desde 2004, por «asesoramiento continuado en el análisis de información, localización de patrimonios y servicios de inteligencia comercial y corporativa» –así aparece reflejado en las facturas–, que oscilaban en torno a medio millón de euros al año.

En los folios 3.295 (Tomo XII) y 4.192 (Tomo XV) del sumario, los policías relacionan esta partida económica con las operaciones: HARS, DUKE, TEMPLAR, NEIGBOUR y GOSSIP (esta última contra Eduardo Inda). Según la UAI todas esas misiones se desarrollaron entre los años 2013 y 2015 y supuso un coste de 423.500 euros.

La pieza separada número 9 del caso Tándem sobre el BBVA fue abierta en diciembre de 2018 cuando se encontraba al frente de la investigación el juez de apoyo Diego de Egea. Sólo un mes más tarde asumió la causa el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón.

En esta pieza se investigan las actividades del comisario José Manuel Villarejo y su relación con el BBVA, que se ha prolongado durante 13 años. Entre los asuntos encargados por Francisco González, ex presidente de la entidad, al ex agente infiltrado destaca un trabajo de espionaje a la constructora Sacyr que trató de tomar el control del banco con el apoyo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

También se indagan el encargo de González a Villarejo para investigar a Luis Pineda, presidente de Ausbanc, o analizar la situación de supuestos morosos como Martinsa o Prasa.