Los cinco ‘trucos’ económicos de Sánchez para ganar las elecciones del 28-A

La consecuencia de la decisión de Zapatero en 2008 ya es de sobra conocida. Lo que ocurra a partir de ahora tras las ‘maniobras’ de Sánchez se irá viendo con el paso de los meses, aunque, como pasó en 2008, muchos analistas y expertos económicos auguran una fuerte desaceleración mundial, que llevará a países importantes a la recesión. Y, como pasó en 2008, el Gobierno socialista lo niega.

Pero, ocurra lo que ocurra, ocurrirá con Sánchez y el PSOE en Moncloa cuatro años más. A ello han contribuido los ‘engaños’ económicos del presidente en funciones, que le han permitido obtener una victoria holgada el pasado domingo.

El primero de esos ‘trucos’ fue disparar las licitaciones públicas, las obras, uno de los clásicos utilizado por los políticos para ganar votos. En total, 1.276 millones de euros, un tercio de todo lo gastado en 2018. Solo en construcción, en el mes de enero, Fomento aumentó la inversión respecto a enero de 2018 -gobernaba el PP- en treinta veces. Y las ferroviarias, cuatro veces más. Arreglar carreteras y construir vías de tren no solo mejoran el servicio público, también dan empleo.

El segundo ‘truco’ fue aumentar las devoluciones de la declaración de la Renta. Según datos de la Agencia Tributaria, dependiente del ministerio de Hacienda de María Jesús Montero, en las dos primeras semanas de la campaña de renta el Gobierno había devuelto ya 1.237 millones de euros, «lo que supone un 42% más que el año pasado en las mismas fechas», según el comunicado de la Agencia. Era el 17 de abril, miércoles de Semana Santa e iniciada ya la campaña electoral. En 2018 la Agencia Tributaria dio los primeros datos de devoluciones el 24 de abril.

Tercer ‘truco’

La Agencia adelantó siete días los primeros datos de devoluciones, en lugar de retrasarlo cinco y haberlos hecho público después de los comicios. Lo que sí retrasó el Gobierno hasta después de las elecciones fue el envío a Bruselas del cuadro macroeconómico de los próximos años.

En ese informe, comunicado el martes 30 de abril a las diez de la noche, el Gobierno reconoce la desaceleración de la economía y reduce su previsión de crecimiento para 2020 y 2021. Y, peor aún, confirma un hachazo fiscal de 20.000 millones en cuatro años, algo que hubiese sido determinante en campaña electoral.

Además, el Gobierno de Sánchez utilizó hasta el último minuto los Consejos de Ministros para aprobar medidas que afectaban a grandes colectivos de votantes. A solo dos días de las elecciones, el Gobierno no dudó en bajar al 4% el IVA de ciertos tipos de pan, como el integral y el de centeno. Además, ese mismo día, el Gobierno amplió los medicamentos incluidos en el Sistema Nacional de Salud.

Junto a ello, el quinto ‘truco’: la mayor oferta de empleo público en una década, semanas antes de la celebración de las elecciones. Más de 30.000 puestos de trabajo para un país con una alta tasa de paro.