Zidane tiene un marrón con Casemiro
Zidane tiene un dilema con Casemiro. El brasileño está apercibido y en caso de ver una amarilla ante el Valencia se perdería el Clásico
Además, el carioca lo está jugando todo y la carga de minutos puede hacer que el técnico le dé descanso en Mestalla
Alineación del Real Madrid: Casemiro y diez más
Casemiro sí, Casemiro no… Eso es lo que llevará pensando Zidane a todas horas desde que terminó el partido ante el Brujas. La decisión es más importante de lo que pueda parecer, pues el partido liguero ante el Valencia tiene su dosis de importancia si el Real Madrid quiere mantenerse en lo más alto de la tabla. Sin embargo, a la vuelta de la esquina está el Clásico, de ahí el dilema del entrenador francés.
Y es que Casemiro llega al duelo de Mestalla con cuatro tarjetas amarillas, es decir, apercibido de sanción. Sobra destacar la importancia que tiene el mediocentro carioca en este Real Madrid. Además de ser un líder dentro y fuera del campo, es fundamental para lograr ese equilibrio que tanto busca Zidane. El Valencia en Mestalla es un rival siempre complejo, de ahí que en condiciones normales sería una osadía incluso barajar la idea de dejarlo en el banquillo. Pero esas cuatro amonestaciones lo cambian todo…
Lo está jugando todo
Además, Casemiro lo está jugando todo. Acumula una carga de minutos en sus piernas muy importante, otro condicionante más que puede hacer que Zidane decida reservar al brasileño este domingo. Aprovechando que está apercibido y el riesgo real de perderse el Clásico, el galo tiene una oportunidad para a la vez dar descanso al futbolista, que es vital en sus planes.
En ese caso, el técnico debería reestructurar el centro del campo. Una opción sería retrasar a Valverde para que haga de ancla con Modric, Kroos e incluso Isco como escuderos. Esa cuarta pieza dependerá del esquema que utilice Zizou ante el Valencia, pudiendo optar por el clásico 4-3-3 o por un 4-4-2 con una especie de rombo, sistema que refuerza la medular pero que supone que haya un efectivo menos puramente ofensivo. Un dilema para Zidane y un quebradero de cabeza que le va a obligar tomar una decisión importante cara a los dos exigentes partidos que el Real Madrid tiene por delante.