El vestuario ve a Isco fuera en enero
La plantilla del Real Madrid ve a Isco fuera del club en enero. Sus compañeros saben que será difícil que encuentre una oferta convincente, aunque consideran que ha desconectado de la dinámica del equipo
El fin de la etapa de Isco Alarcón en el Real Madrid parece cada vez más cercano. El centrocampista del conjunto blanco ha perdido toda la relevancia que tuvo en el pasado y apenas entra en los planes de Zidane. Su situación en el equipo le ha llevado a comunicar al club sus intenciones de marcharse y parte de sus compañeros ya le ven fuera en el próximo mercado invernal.
El vestuario tiene claro que el malagueño emprenderá un nuevo rumbo en su carrera y que si se dan las condiciones será en enero. Desde la propia plantilla creen que si recibe una oferta en la ventana que se abre en los próximo días, dirá adiós al que ha sido su club durante las últimas ocho temporadas. Una propuesta convincente que, por el momento, se estaría haciendo esperar y que no ha llegado.
Con las vistas puestas, sobre todo, en la próxima Eurocopa, Isco no tendría problemas para continuar el curso vistiendo unos nuevos colores. Fue de hecho el propio futbolista quien comunicó al club sus planes de salir en los próximos meses, incluso en el mercado de invierno. Su pérdida de protagonismo ha sido tal que apenas cuenta para Zidane.
Como ya sucedió durante el pasado curso con Gareth Bale, la plantilla le ve desconectado de la dinámica del equipo. Su rendimiento está muy alejado del que mostró en el pasado y hay pocas esperanzas de que vuelva a alcanzar un papel relevante en el equipo. De ahí que en Valdebebas empiecen a vislumbrar un Madrid sin Isco en los próximos meses.
Sentenciado para Zidane… y para sus compañeros
Esta temporada, Zidane ha insistido en varias ocasiones en hacer lo posible por recuperarle. Durante lo que va de curso, Isco ha entrado en los planes del técnico, aunque viendo su aportación, sus minutos han ido descendiendo y sus apariciones en los últimos encuentros han sido mínimas. Prueba de ello es que los madridistas han conseguido salir de la crisis en la que estaban inmersos sin la presencia del malagueño, que únicamente ha jugado 40 minutos en dos de las seis victorias consecutivas que encadenan los blancos.
Pese a su corta entrada en el terreno de juego en la última victoria de los blancos, Zidane parece haberle sentenciado. No le han debido gustar al técnico los últimos encuentros en los que ha jugado, en los que se le vio fuera de forma y a un nivel muy alejado de sus posibilidades. Aunque de cara al público el entrenador madridista ha entonado el ‘mea culpa’ por la falta de minutos de Isco, sus decisiones demuestran que las actuaciones del jugador han acabado con su paciencia.
La enorme competencia que tiene Isco por un puesto en el equipo hace que sea el quinto en discordia para ocupar uno de los tres puestos del centro del campo. Casemiro, Modric y Kroos siguen siendo indiscutibles y Valverde le ganó la partida hace bastante tiempo. En condiciones normales, también debería estar por detrás de Ödegaard, aunque las lesiones están marcando la temporada del noruego. Una prueba más de que Zidane prácticamente le ha sentenciado, fue la entrada al campo del canterano Arribas, en el partido en el que se jugaban las opciones de continuar en Champions.
La paciencia con él también ha empezado a agotarse en el vestuario. Al igual que sucede con el entrenador, la realidad es bien distinta a lo que dicen delante de las cámaras, donde defienden a capa y espada al jugador. En las últimas derrotas del equipo, donde quedó señalado junto a Marcelo, no eran pocas las voces que desde dentro de la caseta de Valdebebas apuntaban a ambos como dos de los principales responsables de los tropiezos.
Una salida complicada
Isco ha tirado la toalla y quiere marcharse del club en los próximos meses. En el club son conocedores de los deseos del jugador, que incluso ha llegado a plantear sus intenciones de salir en el mercado invernal si tiene opción. En el vestuario, sus compañeros cada vez están más convencidos de que, si recibe una oferta que a día de hoy no existe, terminará abandonando la disciplina madridista antes de que termine la temporada.
Tanto el club como el jugador coinciden en que su salida en enero sería productiva para ambas partes. El acuerdo se alcanzaría fácil, pero la realidad es que no encuentra un club que cumpla con las altas expectativas del jugador. En estos momentos, en los que los clubes europeos se muestran más austeros que nunca, debido a la pérdida de ingresos, la negativa del todavía futbolista madridista de rebajarse su salario provoca que su salida esté parada.
Con vistas y esperanzas en estar en la Eurocopa que se juega en verano, Isco quiere salir del conjunto madridista buscando una oportunidad que le permita resurgir de nuevo. Este curso ha quedado demostrado que está lejos del nivel que se exige para jugar en el Real Madrid, pero desplegando su fútbol en un nuevo equipo, confía en poder convencer a Luis Enrique.
Sin embargo, la falta de ofertas ante las altas pretensiones del jugador hacen que, salvo sorpresa de última hora, se mantenga como madridista durante lo que queda de curso. Muy a su pesar, al del club y al de sus compañeros, que le ven ya fuera del equipo.
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