La situación extradeportiva en el Bayern de Múnich no es la mejor a solamente dos días de recibir en el Allianz Arena al Real Madrid con motivo de la ida de las semifinales de la Champions League. La relación de Thomas Tuchel, que se marchará a final de temporada, con la directiva está rota, el club busca un entrenador con la eliminatoria europea a la vuelta de la esquina y el club vive una tormenta institucional antes de jugar su partido más importante de la temporada.
La temporada del Bayern de Múnich no ha sido nada fácil. Solamente la Champions League, el trofeo por excelencia en el fútbol europeo, puede salvar una temporada pésima a nivel nacional en el club bávaro. En Copa cayeron antes de tiempo y la Bundesliga la perdieron con muchísimos puntos de distancia. En Champions eliminaron al Arsenal en cuartos y son ambiciosos de cara al duelo contra el Real Madrid, aunque no se dan como favoritos: «La eliminatoria está al 50%».
Thomas Tuchel dejará el club a final de temporada y la situación con la entidad alemana no es nada positiva. Quizás no sea la mejor forma de afrontar unas semifinales de la Champions League, pero en el Bayern saben que no tienen otra. El técnico alemán afirmó el pasado sábado que está «profundamente ofendido» tras las palabras de Uli Hoeness, presidente del club bávaro, donde decía que el técnico no tiene la voluntad ni la capacidad para mejorar a sus jugadores con más talento.
«Me ofende profundamente lo que ha dicho. Si algo hemos demostrado en el cuerpo técnico durante los últimos 15 años es que los jugadores jóvenes, especialmente los de la cantera, siempre tienen un lugar con nosotros en los entrenamientos y, a través del rendimiento, también un lugar en el campo. ¡Lo hemos demostrado! ¡Encuentro esas declaraciones absolutamente infundadas!», señaló el técnico alemán del Bayern de Múnich en rueda de prensa.
«En realidad, esto está tan lejos de la realidad que no habría reaccionado en absoluto si no hubiera venido de Uli Hoeness. El hecho de que venga de uno de nuestros jefes antes del partido ante el Madrid le da un sabor diferente», continuó Thomas Tuchel a dos días de recibir al Real Madrid en el Allianz Arena. Unas palabras que demuestran que en lo extradeportivo las aguas andan revueltas en Múnich.
Guerra interna en el Bayern
Y es que las palabras del presidente del Bayern de Múnich fueron bastante duras contra su actual entrenador: «No cree que pueda mejorar a Davies, Pavlovic o Musiala. Creo que debería trabajarse duro con ellos y darles confianza. Espero un entrenador que mejore a los jugadores jóvenes».
Con toda esta tormenta formada en el club, el Bayern de Múnich busca entrenador en plena eliminatoria de Champions contra el Real Madrid. Esto ocurre porque el Bayern de Múnich perdió sus tres primeras opciones al banquillo. Los planes A, B y C se fueron al limbo. Zidane rechazó al club alemán, Nagelsmann continuará en la selección alemana y Xabi Alonso renovó con el Bayer Leverkusen.
El favorito a día de hoy para ocupar el banquillo del Bayern de Múnich la próxima temporada es Ralf Rangnik. El anuncio, en principio, no se hará antes de la eliminatoria contra el Real Madrid, pero las negociaciones sí se están llevando a cabo durante las últimas horas y días.
Una tormenta de lesiones
En lo deportivo, el Bayern de Múnich llega en una buena dinámica de resultados a la eliminatoria de la Liga de Campeones contra el Real Madrid. Los alemanes acumulan cuatro victorias consecutivas y cinco partidos sin conocer la derrota. Pero en la enfermería, Tuchel tiene otro problema. Una tormenta de lesiones.
Laimer y De Ligt terminaron el último partido de Bundesliga lesionados y este domingo no se han entrenado con el grupo, al igual que Musiala. Los tres son dudas ante los blancos. Por otro lado, Sané y Gnabry, dos jugadores capitales, volvieron este domingo a los entrenamientos tras estar entre algodones en las últimas semanas. A todo eso hay que sumarle el lío con Davies, al que le han llovido las críticas desde Múnich antes de afrontar la ida de la semifinal europea, ya que su futuro está en el aire.