Rüdiger es un regalo
Antonio Rüdiger es un regalo. En una jugada casi calcada a la de Alaba, la historia se repite con el Real Madrid siendo el más listo de todos para hacerse con un jugador que a partir del 1 de enero es libre para negociar con el club que quiera. Una vez más la entidad presidida por Florentino Pérez se ha movido más rápido que el resto de los grandes del continente para tener atado a un jugador de nivel mundial que llegaría a coste cero -sin olvidar la prima de fichaje- y que va a subir el nivel de la defensa madridista. Con el permiso del Bayern de Múnich, único rival serio para conseguir el fichaje del zaguero, los madridistas están muy cerca de repetir una operación brillante.
El Real Madrid lleva mucho tiempo trabajando en un fichaje que está muy bien encaminado. Si nada se tuerce, el próximo 1 de julio Rüdiger será nuevo jugador blanco, aunque todo se firmaría mucho antes. 2022 empieza con dos retos importantes en las oficinas blancas: el primero terminar de atar la contratación de Mbappé y el segundo confirmar la llegada del germano. Dos futbolistas que empezarían a dar forma a la plantilla blanca del próximo año. Luego, ya con el calor presente, llegará el turno de terminar la pelea por Haaland.
El Real Madrid, si termina cerrándolo, fichará con Rüdiger un central que desde la segunda mitad de la pasada temporada se convirtió en un central de nivel mundial y que fue clave para llevar al Chelsea a ganar la Champions. Este curso está manteniendo el nivel, siendo uno de los líderes de los de Tuchel. Los ingleses han intentado renovarle hasta el último momento, pero salvo giro radical de los acontecimientos será imposible.
Similitudes con Alaba
Rüdiger también llegaría al Real Madrid a la edad de 29 años, al igual que hizo Alaba. El austriaco, una temporada antes, arribó en el Santiago Bernabéu con los mismos años y a la vista está que su nivel ha cumplido con creces saltándose a base de experiencia y personalidad el proceso de adaptación. El objetivo es que el alemán haga lo propio.
Rüdiger es pura potencia, pero en su repertorio también está el orden y la competitividad de la escuela alemana. El germano creció en el Stuttgart antes de, ya como profesional consolidado, dar el salto a la Serie A –Roma– y la Premier League –Chelsea–.
Alaba y Rüdiger son dos perfiles opuestos. El todavía jugador del Chelsea se muestra como un central más contundente, al estilo de Militao, que podría conjuntarse con Alaba para que sea este el que lidere la salida de balón del equipo. En términos de envergadura Antonio, desde sus 1,90 metros, puede aportar al Madrid un plus en el juego aéreo tanto ofensivo como defensivo, mientras que en otras facetas como la anticipación o el cuerpeo también destaca por su potencia y timing.
Con su llegada Ancelotti tendría muchas más opciones en la defensa, ya que Rüdiger permitiría a Alaba abandonar el centro de la defensa. Y es que, el austriaco, también puede actuar de lateral izquierdo o en el centro del campo, donde más le gusta jugar.