Real Madrid y Al Hilal se miden en un duelo inédito en la final del Mundial de Clubes que se celebrará en el estadio Príncipe Moulay Abdellah de Rabat. Toda una final internacional que determinará quién es el nuevo campeón del mundo. Los blancos, que son favoritos, pero no se fían, buscan su octava corona planetaria, mientras que el conjunto saudí, el más laureado de Asia, tratará de ser el primer equipo que no es europeo o sudamericano en ganar este prestigioso trofeo.
El Real Madrid llega a este duelo sin menospreciar lo más mínimo a su rival. «Aquí las finales nos las tomamos muy en serio», advertía Carlo Ancelotti en la rueda de prensa previa a este encuentro. Por ello, los blancos irán a por todas desde el primer minuto, ya que son conscientes de que el Al-Hilal, a pesar de ser inferior al 14 veces campeón de Europa, juega bien al fútbol y sabe competir, tal y como le sucedió al Flamengo en las semifinales.
Para este duelo, Ancelotti tiene una gran duda que está en el centro del campo. El italiano debe decidir si apuesta por la pareja Kroos-Modric o si la rompe para dar entrada a Ceballos. El alemán tiene muchas opciones de ser titular, mientras que el croata podría ser el damnificado en favor del andaluz, que demostró en la semifinal, donde salió desde el banquillo, que está en un estado de forma y calidad sublime.
El resto del equipo será el esperado, salvo con otra incógnita que está en el lateral izquierdo. Nacho o Camavinga, esa es la cuestión. Ancelotti tendrá que decidir quién forma en el costado zurdo, mientras que por la derecha volverá a actuar Carvajal y la pareja de centrales será la formada por Alaba y Rüdiger. Lunin estará en la portería, Tchouaméni en el pivote y el ataque estará compuesto por Valverde, Vinicus y Rodrygo. Benzema y Militao empezarán en el banquillo, mientras que Courtois, Lucas, Hazard y Mendy lo verán desde casa.
La historia les espera
Enfrente, un Al-Hilal que afronta su primera final de un torneo en el que en sus dos participaciones previas (2019 y 2021) acabó cuarto. Será la tercera vez que un equipo asiático dispute la final del Mundial de Clubes, después de que la alcanzaran, sin éxito, el Kashima Antlers japonés en 2016 y el Al-Ain emiratí en 2018. Ambos fueron derrotados por el Real Madrid.
Entrenado por el argentino Ramón Díaz, el Al-Hilal presenta en su plantilla al núcleo y la base de la selección saudí que sorprendió y venció a Argentina en el Mundial. El meta Al Owais y los centrocampistas Al Dawsari y Kanno, ya recuperado, representan esa Arabia Saudí valiente y atractiva. Unos ingredientes a los que suman la experiencia en Europa de jugadores como el ex rojiblanco Vietto; el ex de Granada, Watford y Manchester United Ighalo; el ex de Sporting de Portugal, Benfica y Watford André Carrillo; o el que fuera delantero del Oporto Marega.
El Al-Hilal llega como el vigente campeón de la Champions asiática, ya que la final de esta temporada, prevista para octubre de 2022, se aplazó a mayo de 2023. En su liga nacional marcha quinto a cinco puntos del líder, y sólo suma dos derrotas desde mayo de 2022. Es el equipo con más trofeos continentales, cuatro, y más ligas en Arabia, 18. Antes de la final, se deshizo en los penaltis del Wydad Casablanca, y en semifinales consumó la sorpresa venciendo 2-3 al Flamengo brasileño, favorito para avanzar a la final.