¿Por qué no era roja la acción de Huijsen en Anoeta?
Gil Manzano quiso agitar el partido en el minuto 32
El central del equipo blanco fue expulsado por tirar en carrera a Mikel Oyarzabal
Pero no era el último hombre de la defensa porque Eder Militao iba en paralelo
Pasan las horas tras el escándalo de Anoeta y el CTA sigue sin explicar por qué Gil Manzano sacó tarjeta roja a Dean Huijsen por un derribo a Mikel Oyarzabal en el Real Sociedad-Real Madrid. Aquí lo que vamos a tratar de detallar es por qué en ningún caso esa acción debió costarle la máxima sanción al central del equipo blanco. El árbitro extremeño, un sospechoso habitual para los madridistas, dejó a los de Xabi Alonso con un jugador menos en el minuto 32 del partido de la jornada 4 Liga, pero aun así fueron capaces de ganar 1-2 en San Sebastián.
La explicación es clara, y es que Huijsen, en el momento en que toca con su mano el hombro de Oyarzabal para desestabilizarle y evitar una carrera hacia el área y, por tanto, una ocasión de gol de la Real Sociedad, sabía perfectamente que Eder Militao, su acompañante en la zaga, corría en paralelo para ir al corte. Por lo cual, la norma dictamina que nunca es roja si el que comete la falta no es el último hombre de la defensa, salvo que la gravedad de la misma sea excesiva. No es el caso.
Huijsen simplemente evitó más peligro de la Real Sociedad cuando el encuentro iba 0-1 a favor de su equipo tras el gol de Kylian Mbappé, pero se topó de bruces con Gil Manzano, un árbitro que no perdona y que ante la más mínima duda impone el máximo castigo al Real Madrid. Se empeñó en agitar el choque y revivir a los de Sergio Francisco cuando más sufrían los ataques de los blancos y no lo consiguió, pero de paso se llevó por delante al defensa de 20 años.
Huijsen y Gil Manzano
La expulsión de Huijsen llegó tras tres ocasiones claras de cabeza en saques de esquina, dos de Militao y otra de Dani Carvajal. Y precisamente a la contra de una de ellas fue cuando ocurrió esa falta que acabó en roja. Gil Manzano ni siquiera se dignó a revisarlo en el VAR, donde Figueroa Vázquez tampoco le avisó de que podía quedarse sólo en cartulina amarilla. Un auténtico show lamentable en Anoeta.